Autor Meleti Vivlon |  1/06/2020 | Traductor Judá Ben-Hur |  2/06/2020

En el tercer artículo de la serie sobre el despertar de Félix y su esposa, fuimos gratamente sorprendidos por una carta escrita por la sucursal de Argentina en respuesta a la exigencia de los cónyuges para que tanto la Sucursal como los Ancianos de la Congregación cumplan con los criterios básicos de Derechos Humanos consagrados por la Constitución Nacional de la República de la Argentina.  Tengo entendido que la sucursal en realidad escribió dos cartas, una en respuesta a Félix y otra a su esposa, siendo la carta dirigida a la esposa la que tenemos a mano y que se publicó en el artículo mencionado con anterioridad.

No transcribiré la carta en su totalidad, pero aquí les presento un extracto junto con mi comentario.

Querida hermana (borrado)

Lamentamos que nos veamos obligados a contactarla por este medio para responder a su [borrado] 2019, que solo podemos describir como inapropiado. Los asuntos espirituales, sean cuales sean, no deben manejarse por medio de cartas registradas, sino por medios que permitan preservar la confidencialidad y mantener la confianza y el diálogo amistoso, y que siempre permanezcan dentro del ámbito de la congregación cristiana. Por lo tanto, lamentamos profundamente tener que responder por carta certificada, dado que ha elegido este medio de comunicación, y se hace con gran disgusto y tristeza ya que consideramos que nos estamos dirigiendo a una querida hermana en la fe y nunca ha sido costumbre de los testigos de Jehová usar la comunicación escrita para esto, porque nos esforzamos por imitar el modelo de humildad y amor que Cristo enseñó a dominar entre sus seguidores. Cualquier otra actitud sería actuar en contra de los principios básicos de la fe cristiana (Mateo 5:9). 1 Corintios 6:7 dice: «En realidad, ya es una derrota para ustedes, que tengan pleitos entre sí». Por lo tanto, estamos obligados a decirle que no responderemos más a cartas registradas de usted, sino que solo intentaremos comunicarnos a través de medios teocráticos amigables, que sean apropiados para nuestra hermandad.

En Argentina, una carta certificada se llama «Carta Documento».  Si se envía una carta certificada, una copia va al destinatario, una copia permanece con usted y una tercera copia permanece en la oficina de correos y el acuse de recibo tiene peso legal como evidencia en una Demanda Civi, que es lo que preocupa a la Sucursal Argentina en nuestro caso.

La Sucursal se refiere a 1 Corintios 6:7 para afirmar que tales cartas no son algo que un cristiano debería emplear. ¿qué nos dice Pablo en tal pasaje de la Escritura?:

“Ya el simple hecho de tener pleitos entre ustedes mismos es un grave defecto. ¿Por qué no, mejor, soportar la injusticia? ¿Por qué no, mejor, dejar que les roben?” (Traducción Dios Habla Hoy).

Desde mi punto de vista, la interpretación que da la Sucursal Argentina a las palabras del Apóstol está total y absolutamente fuera de todo lugar ya que Pablo no menciona absolutamente nada de que entre Cristianos no se deben enviar “algún tipo de cartas”, de hecho, la carta era el único de comunicación empleado por los Apóstoles para comunicarse con las diferentes congregaciones y viceversa. Inclusive, algunas de ésas cartas prevalecen hasta nuestros días. Cartas en las que inclusive se ventilaban asuntos de índole personal y hasta se recomendaban tratamientos para preservar la salud física:

“Como casi siempre estás enfermo del estómago, no bebas sólo agua, sino también un poco de vino” (1 Timoteo 5:23 Traducción en Lenguaje Actual).

Bien, la Sucursal Argentina hace una aplicación errónea de las palabras del Apóstol Pablo ya que éste nunca toleraría un abuso de poder, ni proporcionaría un medio para que aquellos en el poder se escapen de las consecuencias de sus acciones antibíblicas. Es curioso que a los testigos de Jehová les encanta citar las Escrituras Hebreas cuando les conviene, sin embargo, con frecuencia se olvidan de sus propios abusos de poder y el hecho de que pisotean los derechos fundamentales de hermanos con ningún recurso y que los líderes abusivos de los testigos rendirán cuentas:

“El país está lleno de adúlteros,

de gente que corre a hacer el mal,

que usa su poder para cometer injusticias.

Por eso el Señor maldijo la tierra,

y la tierra se secó,

y los pastos del desierto se quemaron.

El Señor afirma:

«Hasta los profetas y los sacerdotes son impíos;

en mi propio templo los he encontrado haciendo el mal” (Jeremías 23:10,11 Versión Dios Habla Hoy).

Cuando el Apóstol Pablo sintió que se abusaba de sus derechos como ciudadano Romano por los líderes de la nación santa de Dios, Israel, ¿qué hizo? Él gritó: «¡Apelo al César!»  (Hechos 25:11).

En este orden de ideas, me parece que el tono de la carta es con una total y aberrante petulancia. La Sucursal Argentina se dió cuenta que con Félix y su esposa no jugarían el juego según las reglas de la Organización y eso los molesta. Por una vez, se ven obligados a enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Del tercer artículo, nos enteramos de que la táctica de Félix de amenazar a la Sucursal Argentina con acciones legales dio sus frutos. No lo expulsaron a él y a su esposa, aunque la calumnia y la difamación no se salvaron y las cosas por su nombre correcto: hablar en falso de una persona por cualquier medio es una calumnia y difamación. Ambas conductas se encuentran tipificadas por la ley penal de muchos países Latinoamericanos.

Sin embargo, ¿qué dice eso sobre estos hombres que tratan evadir a Félix y su esposa? En verdad, si Félix fuera realmente pecador, entonces estos hombres deben defender lo que es correcto, ser leales a Jehová y expulsarlo. No deberían preocuparse por las consecuencias. Si son perseguidos por hacer lo correcto, es un elogio para ellos.  Su tesoro está a salvo en los cielos.  Si están defendiendo con rectitud los principios bíblicos, ¿por qué retroceder?  ¿Valoran el beneficio sobre el principio? ¿Tienen miedo de defender lo que es correcto? ¿O saben en el fondo que sus acciones no son justas en absoluto? ¿Son simples títeres que solo siguen lo que les ordenen de la Sucursal? ¿No se supone que son Dones en forma de hombres? ¿No dice la misma Organización que los ancianos son las estrellas en la mano derecha de Cristo según el libro de Apocalipsis?

Verdaderamente me cautivó lo que dice la Sucursal Argentina sobre que: “nunca ha sido costumbre de los testigos de Jehová usar la comunicación escrita para esto, porque nos esforzamos por imitar el modelo de humildad y amor que Cristo enseñó a dominar entre sus seguidores. Cualquier otra actitud sería actuar en contra de los principios básicos de la fe cristiana”.

Si bien es cierto que no les gusta usar la “comunicación escrita” para tales asuntos porque deja un rastro de evidencia por la que pueden ser responsables ante la autoridad o evidenciarse ante la opinión pública, no hay ninguna verdad en la afirmación de que lo hacen para modelar la “humildad  y amor que Cristo enseñó”. Hace que uno se pregunte si estos hombres realmente leen la Biblia.  Como lo comenté con anterioridad, la carta era el único medio de comunicación disponible en la antigüedad. Fuera de los cuatro evangelios y el relato de los Hechos, el resto de las Escrituras Griegas Cristianas consisten en cartas escritas a las congregaciones, a menudo con fuertes reproches y llamadas de atención por mala conducta. Considere las cartas a los Corintios, a los Gálatas y la Revelación a Juan con sus cartas a las siete congregaciones. ¡Que fuertes regaños arrojan!

En el artículo “Un arma de la oscuridad” encontramos esta deliciosa cita de un obispo del siglo XVIII:

“La autoridad es el enemigo más grande e irreconciliable de la verdad y el argumento que este mundo haya proporcionado. Todo el sofisma, todo el color de la plausibilidad, el artificio y la astucia del disputador más sutil del mundo pueden dejarse en evidencia y aprovecharse de la verdad que están diseñados para ocultar; pero contra la autoridad no hay defensa” (Obispo erudito del siglo XVIII Benjamin Hoadley).

Los ancianos y la Sucursal no pueden defenderse usando las Escrituras, por lo que recurren al báculo de la autoridad eclesiástica. (Quizás debería decir “báculo de la noche” debido a la situación el actual). Dado su poder, Félix y su esposa están utilizando la única defensa que tienen contra la autoridad de la Organización. Por lo que es típico que ahora lo pinten como oponiéndose contra Dios al no seguir el procedimiento teocrático. Esta es la imagen que intentan dar: que son ellos, los ancianos y la Sucursal Argentina, los que siguen el procedimiento teocrático y Félix y su esposa no. ¿En qué parte de la Biblia se permite a los ancianos formar comités de tres hombres, celebrar reuniones secretas, no permitir grabaciones o testigos de los procedimientos y castigar a alguien por decir solo la verdad o expresar una inquietud?  En Israel, los hombres mayores juzgaban los casos judiciales sentados a las puertas de la ciudad donde cualquier transeúnte podía escuchar y observar los procedimientos, esto daba transparencia al proceso. Las Escrituras no permitían reuniones secretas y la selección de los Jueces era bastante rigurosa.

En su respuesta, la Sucursal Argentina habla de mantener la confidencialidad. ¿A quién protege eso? ¿Al acusado o a los Jueces? Un asunto judicial no es el momento de la “confidencialidad”. Lo anhelan porque anhelan la oscuridad, tal como Jesús dijo:

“… Los hombres han amado la oscuridad en lugar de la luz, porque sus obras fueron malas. Porque el que practica cosas viles odia la luz y no sale a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. Pero el que hace lo verdadero sale a la luz, para que sus obras se manifiesten como si hubiesen sido trabajadas en armonía con Dios” (Juan 3:19-21).

Félix y su esposa quieren la luz del día, mientras que los hombres de la Sucursal y los ancianos locales quieren esconderse detrás la oscuridad de su supuesta y defendida “confidencialidad”.

Siendo bastante claros hasta aquí, también estamos obligados a rechazar todas las afirmaciones de la Sucursal Argentina por ser completamente inapropiadas dentro de la esfera religiosa, esa alegación que supuestamente Félix y su esposa son “muy conscientes y aceptaron desde su bautismo”. Continúan insinuando que los ministros religiosos locales solo actuarán de acuerdo con los procedimientos teocráticos basados ​​en la Biblia sin imponer ninguna de las acciones que alega su carta. Que supuestamente la congregación no se rige por las normas procesales humanas ni por el espíritu de confrontación típico de los tribunales seculares. Pomposamente se jactan que las decisiones de los ministros religiosos de los testigos de Jehová no pueden ser anuladas ya que sus decisiones no están sujetas a revisión por parte de las autoridades seculares (Artículo 19 de la Constitución Argentina). Alegan que como comprenderá, estamos obligados a rechazar todas sus acusaciones.  Sepan esto, querida hermana, que cualquier decisión de los ancianos de la congregación tomada de acuerdo con los procedimientos teocráticos establecidos, y que sea apropiada para nuestra comunidad religiosa sobre una base bíblica, será plenamente operativa sin que exista ningún recurso legal sobre la base de presuntos daños y/o perjuicios y/o discriminación religiosa. De una forma simplemente jactanciosa y petulante afirman que La Ley 23.592 nunca se aplicaría a tal caso. Y cierran sus afirmaciones demostrando la cultura, clase y educación que caracteriza a la Organización de los testigos de Jehová: Finalmente, sus derechos constitucionales no son más altos que los derechos constitucionales que también nos respaldan. Lejos de ser una cuestión de derechos en competencia, se trata de la necesaria diferenciación de áreas: el estado no puede interferir en la esfera religiosa porque los actos de disciplina interna están exentos de la autoridad de los magistrados (Artículo 19 de la Constitución Argentina).

Esto demuestra un completo desdén y falta de respeto por el “Ministro de Dios” (Romanos 13:1-7). Nuevamente, afirman estar actuando solo por lo que dice la Biblia, sin embargo, no proporcionan escrituras para apoyar: sus comités secretos;  su negativa a mantener un registro escrito y público de los procedimientos; su prohibición total contra testigos y observadores, su práctica común de no informar al acusado de las pruebas en su contra de antemano para que él o ella pueda preparar una defensa; su práctica de ocultar los nombres de los acusadores de una persona.

Proverbios 18:17 no garantiza al acusado el derecho de interrogar a su acusador. De hecho, si busca en las Escrituras un ejemplo que coincida con los supuestos “Procedimientos Judiciales” comunes entre los testigos de Jehová, encontrará solo uno: Los  juicios del Sanedrín Judío a Jesús y posteriormente a sus Apóstoles.

En cuanto a su afirmación de que “la congregación no se rige por las normas procesales humanas ni por el espíritu de confrontación típico de los tribunales seculares”. ¡Por favor!  ¿Por qué, en este mismo caso, los ancianos participaron en una campaña de difamación pública y calumnia? ¿Cuánto más conflictiva pudo haber sido esa conducta?  Imagínense si un Juez en uno de los tribunales seculares que desprecian tan fácilmente hiciera tal cosa. No solo lo sacarían del caso que estaba tratando, sino que seguramente enfrentaría el despido y muy probablemente lo acusarían con cargos criminales.

Hacen mucho ruido que supuestamente pueden operar libremente y sin preocuparse por violar las leyes del país, pero si ese fuera el caso, ¿por qué se acobardaron al final?

Me encanta la alusión a “los términos…que aceptó al momento de tu bautismo”. En otras palabras, “usted aceptó nuestros términos (no los de Dios) y por lo tanto, está sujeto a ellos, nos guste o no”. ¿No se dan cuenta los testigos de Jehová que los Derechos Humanos se consideran irrenunciables y que son inalienables? Por ejemplo, si alguien firma un contrato para convertirse en esclavo de alguien y luego da reversa, se arrepiente y quiere su libertad, no pueden demandarlo por incumplimiento de contrato, porque el contrato es nulo y sin valor.  Es ilegal tratar de obligar a alguien a renunciar a sus Derechos Humanos que están consagrados en la ley de un país y que no se pueden quitar por un contrato firmado o implícito en virtud del bautismo.

La Sucursal Argentina nos sigue diciendo que “Usted sabe bien que el trabajo realizado por los ancianos de la congregación, incluido el trabajo disciplinario, si este fuera el caso y al que se sometió cuando fue bautizado como testigo de Jehová, se rige por las Sagradas Escrituras y, como Organización,  siempre nos hemos adherido a las Escrituras al realizar un trabajo disciplinario (Gálatas 6:1). Además, usted es responsable de sus acciones (Gálatas 6:7) y los ministros cristianos tienen la autoridad eclesiástica dada por Dios para tomar medidas que protejan a todos los miembros de la congregación y preserven altos estándares bíblicos (Apocalipsis 1:20)”. Y cierran abruptamente su escrito presentando una amenaza abierta a Félix y su esposa: “Por lo tanto, debemos aclarar que de ahora en adelante no aceptaremos discutir en ningún foro judicial asuntos que solo conciernen a la esfera religiosa y que estén exentos de la autoridad de los magistrados, como ha sido reconocido repetidamente por el poder judicial nacional”.

Esta es el área que me encantaría ver presentada ante el tribunal de Derechos Humanos de cualquier nación. Sí, cualquier religión tiene el derecho de determinar quién puede ser miembro y quién puede ser expulsado, al igual que cualquier club social. Ese no es el problema. El problema es uno de chantaje social. No solo te echan. Obligan a toda su familia y amigos a rechazarlo bajo pena de ser también expulsados. Con esta amenaza, niegan a sus seguidores el derecho a la libertad de expresión, derecho a las relaciones familiares, derecho a la libertad de pensamiento y derecho a la libertad de reunión.

Aplican mal 2 Juan, que habla solo de aquellos que niegan que Cristo venga en la carne.  Lo ponen al mismo nivel que no están de acuerdo con su interpretación de las Escrituras.  ¡Qué increíble presunción, jactancia y petulancia!

Citan Gálatas 6:1 que dice: “Hermanos, incluso si un hombre da un paso en falso antes de darse cuenta, ustedes que tienen calificaciones espirituales intentan reajustar a ese hombre con un espíritu de dulzura. Pero mantente atento, por temor a que tú también puedas ser tentado”.

Note que Pablo no menciona que solamente ancianos nombrados oficialmente pueden ayudar a un hermano o hermana, sino aquellos hermanos o aquellas hermanas con calificaciones espirituales.  Félix quería discutir estos asuntos con los ancianos usando las Escrituras, pero los ancianos no están a tal altura de cultura y conocimiento. Ellos nunca lo hacen. Los miembros de la congregación deben obediencia y creencia ciegas a la Organización y lo ancianos demandan de los miembros lo mismo. Entonces, ¿quién está demostrando las calificaciones espirituales?  Si los ancianos tienen miedo de participar en una discusión bíblica razonable, ¿pueden seguir afirmando tener «calificaciones espirituales»?  Acuda a ellos y desafíe cualquiera de sus creencias utilizando solo la Biblia y obtendrá la respuesta estándar: «No estamos aquí para debatirlo». Esa es la frase que realmente dice: «sabemos que no podemos ganar una discusión si solo podemos usar la Biblia como apoyo.  Todo lo que tenemos es la autoridad del Cuerpo Gobernante y sus publicaciones» (las publicaciones de la Watchtower y el sitio de internet jw.org se han convertido en el Catecismo de los testigos de Jehová y, como un sacerdote o padre católico, tienen autoridad sobre las Escrituras).

Su único recurso es el ejercicio de la autoridad eclesiástica.  Tenemos que tener en cuenta que su «autoridad eclesiástica dada por Dios» no es dada por Dios para nada, dicha supuesta autoridad es otorgada por los hombres del autoproclamado del Cuerpo Gobernante.

Para finalizar, la Sucursal Argentina se despide de la esposa de Félix en los siguientes términos: “Finalmente, expresamos sinceramente y profundamente nuestro deseo de que, mientras medita cuidadosamente en oración sobre su posición como el humilde servidor de Dios, puede proceder de acuerdo con la voluntad divina, concentrarse en sus actividades espirituales, aceptar la ayuda que los ancianos de la congregación buscan brindar a usted (Apocalipsis 2:1) y «Eche su carga sobre Jehová» (Salmo 55:22). Nos despedimos con afecto cristiano, esperando sinceramente que pueda encontrar la paz que le permitirá actuar con la pacífica sabiduría de Dios (Santiago 3:17).

Con lo anterior, cerramos este intercambio epistolar con esta carta, expresando nuestro agradecimiento y deseándole el amor cristiano que usted merece y que tenemos para usted, esperando sinceramente que lo reconsidere.

Afectuosamente,

[Rúbrica]”

Esta es mi parte favorita. ¡De la propia boca de la Sucursal Argentina sale su propia condena! Citan el Salmo 55:22, que es el texto de referencia utilizado por los ancianos y los funcionarios de la Sucursal Argentina para calmar a las víctimas del abuso de poder ejercido por ellos, pero estoy seguro de que nunca leen el contexto. Si quieren que Félix aplique este versículo a su situación, entonces tienen que aceptar la parte que se aplica a ellos, por lo que leemos:

Oración del perseguido

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David.

1 Escucha, oh Dios, mi oración, 

          y no te escondas de mi súplica. 

2 Atiéndeme y respóndeme; 

          conmovido estoy en mi queja y muy conturbado, 

3 a causa de la voz del enemigo, 

          por la opresión del impío; 

          pues echan iniquidad sobre mí, 

          y con furia me persiguen. 

4 Angustiado está mi corazón dentro de mí, 

          y sobre mí han caído los terrores de la muerte. 

5 Terror y temblor me invaden, 

          y horror me ha cubierto. 

6 Y dije: ¡Quién me diera alas como de paloma! 

          Volaría y hallaría reposo. 

7 Ciertamente huiría muy lejos; 

          moraría en el desierto. 

8 Me apresuraría a buscar mi lugar de refugio 

          contra el viento borrascoso y la tempestad. 

9 Confunde, Señor, divide sus lenguas, 

          porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 

10 Día y noche la rondan sobre sus muros, 

          y en medio de ella hay iniquidad y malicia. 

11 Hay destrucción en medio de ella, 

          y la opresión y el engaño no se alejan de sus calles. 

12 Porque no es un enemigo el que me reprocha, 

          si así fuera, podría soportarlo; 

          ni es uno que me odia el que se ha alzado contra mí, 

          si así fuera, podría ocultarme de él; 

13 sino tú, que eres mi igual, 

          mi compañero, mi íntimo amigo; 

14 nosotros que juntos teníamos dulce comunión, 

          que con la multitud andábamos en la casa de Dios. 

15 Que la muerte los sorprenda, 

          que desciendan vivos al Seol, 

          porque la maldad está en su morada, en medio de ellos. 

16 En cuanto a mí, a Dios invocaré, 

          y el SEÑOR me salvará. 

17 Tarde, mañana y mediodía me lamentaré y gemiré, 

          y El oirá mi voz. 

18 En paz redimirá mi alma de la guerra que hay contra mí, 

          pues son muchos los que están contra mí. 

19 Dios oirá y les responderá, 

          El, que reina desde la antigüedad, 

porque no hay cambio en ellos 

          ni temen a Dios. 

20 Aquel ha extendido sus manos contra los que estaban en paz con él, 

          ha violado su pacto. 

21 Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, 

          pero en su corazón había guerra; 

          más suaves que el aceite eran sus palabras, 

          sin embargo, eran espadas desnudas. 

22 Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; 

          El nunca permitirá que el justo sea sacudido. 

23 Pero tú, oh Dios, los harás caer al pozo de la destrucción; 

          los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; 

          mas yo en ti confiaré.

Al usar esta escritura, la Sucursal Argentina le han dado a Félix y a su esposa un aliento muy necesario. ¿Por qué?  Porque los han etiquetado a ambos como «el justo». Eso se deja en sí mismos para cumplir el papel de «esos hombres sanguinarios y engañosos». Se han desempeñado acertadamente, aunque sin darse cuenta, en el papel de enemigos de Dios.

Recuerde, nuestros días no son solo 70 u 80 años, sino la eternidad si nos sometemos humildemente a Dios. Aunque dormimos en la muerte, despertaremos cuando el Señor llame. ¿Pero nos llamará a la vida o al juicio? (Juan 5:27-30).

Qué conmoción será para tantas personas que se consideran los más justos de los hombres cuando despiertan y descubren que no están de pie en el calor de la aprobación del Señor, sino a la luz severa del juicio del Señor.  ¿Entonces se arrepentirán humildemente? El tiempo lo dirá.