Parte III.- El despertar de mi esposa, el amor que nunca falla y como logramos nuestra libertad.

Por Félix de Sudamérica.

Introducción.- La esposa de Félix descubre por sí misma que los ancianos no son los “pastores amorosos” que pregonan ellos mismos y la organización. Desafortunadamente se ve involucrada en un caso de abuso sexual en el que el transgresor es nombrado siervo ministerial a pesar de la acusación y descubrirse que había abusado de más jovencitas. La congregación recibe la “orden preventiva” vía mensaje de texto de alejarse de Félix y su esposa justamente antes de la Asamblea “El amor que nunca falla”. Todas estas situaciones desembocaron en una lucha que la Sucursal de los Testigos de Jehová ignora, presumiendo su poder, pero que sirvió para que tanto Félix como su esposa alcanzaran la libertad de conciencia.

 

Tal y como lo comenté con anterioridad, el despertar de mi esposa fue más rápido que el mío y creo que fue de ayuda una situación que ella misma vivió por experiencia propia.

Mi esposa tenía un estudio bíblico con una hermana joven que tenía poco tiempo de bautizada. Esta hermana le contó a mi esposa un año antes que un tío había abusado sexualmente de ella cuando él todavía no estaba bautizado, aclarando, que cuando mi esposa se entera de la situación, el hombre ya estaba bautizado y estaba siendo tomado en cuenta por los ancianos para un nombramiento en otra congregación. Mi esposa sabía que en este tipo de casos el presunto abusador no podía asumir ningún tipo de responsabilidades en ninguna congregación. Por lo grave del asunto, mi esposa le comentó a su estudio que era un tema que tenían que saber los ancianos de la congregación. Por lo que mi esposa, una hermana que la acompañó ese día en el estudio (hermana «X») y la estudiante fueron a comunicarle a los ancianos de la congregación a la que asistíamos de la situación. Los ancianos les dijeron que se quedaran tranquilas, que ellos iban a tratar el asunto con la debida urgencia. Pasaron dos meses y mi esposa con la estudiante fueron a preguntar a los ancianos acerca de que resultados habían obtenido ya que no les habían informado nada de lo que se había comentado. Los ancianos les dijeron que le comunicaron el problema a la congregación donde se reunía el abusador y que en breve se iban a comunicar con ellas para informarle como la congregación a la que pertenecía el agresor resolvía el asunto.

Pasaron seis meses y como los ancianos no les comentaban algo, mi esposa fue a preguntar por el asunto. La nueva respuesta de los ancianos ahora era que el asunto ya se había tratado y que ya era responsabilidad de los ancianos de la congregación a la que asistía el presunto abusador. Al poco tiempo nos enteramos que no solo había abusado de esta joven hermana, sino que había abusado de tres menores mas y que en la última visita del Superintendente de Circuito lo habían nombrado siervo ministerial.

Había dos posibles escenarios: o los ancianos no hicieron algo o lo que hicieron fue solapar al abusador. Mi esposa confirmó con esto lo que yo hacía mucho tiempo le venía contando y es por ello que me dijo: “nosotros no podemos estar en una organización que no es la religión verdadera”, tal y como lo narré anteriormente. Con todos éstos hechos y experiencias que vivimos tanto mi esposa como yo, salir a predicar sabiendo que la mayoría de las cosas que íbamos a hablar eran mentiras, se nos hizo una carga de conciencia imposible de llevar.

Pasado algún tiempo, por fin tuvimos la muy esperada visita de mis suegros a nuestra casa y accedieron a que les mostrara las pruebas de por que afirmábamos que los testigos de Jehová no eran la religión verdadera. Les pude mostrar todos los libros y revistas que tenía, cada profecía, cada declaración de ser profetas de Dios y que decía la biblia sobre los falsos profetas, todo, mi suegro parecía ser el más impactado o por lo menos eso parecía en ese momento, mientras mi suegra no entendía en absoluto lo que les estaba mostrando.

Después de algunos días de no recibir preguntas ni refutaciones sobre el asunto, mi esposa decidió preguntar a sus padres si tuvieron la oportunidad de buscar sobre lo que habíamos platicado con ellos o si pensaron algo relacionado con lo que les habíamos mostrado y su respuesta fue “los testigos de Jehová no dejamos de ser humanos, somos todos imperfectos y nos podemos equivocar y los ungidos también se equivocan”. Por mas que vieron las pruebas no pudieron reconocer la realidad y no la reconocen porque no quieren.

En esos días mi esposa también habló con su hermano que es anciano acerca de las profecías falsas que a lo largo de la historia han sido declaradas por los testigos de Jehová. Le pidió a él que le explicara como con la supuesta profecía de los siete tiempos de Daniel se llegaba a 1914, pero solo supo repetir lo que el libro “enseña” decía y eso lo hizo porque tenía el libro en la mano, por mas que ella quería hacerlo reflexionar mi cuñado fue inflexible e irrazonable. Llegaba el tiempo de la asamblea internacional “El amor nunca falla”. Un mes antes mi hermana me dice que su esposo (que es anciano) se encontró con uno de los ancianos de mi congregación en una reunión acerca de los arreglos de la asamblea. Mi cuñado (esposo de mi hermana) le preguntó como andábamos mi esposa y yo en la congregación y el le respondió que “nada bien, que no asistíamos a las reuniones y que tenían que tratar acerca de un asunto muy delicado con nosotros porque el hermano de mi esposa llamó a los ancianos de mi congregación informándoles que nosotros dudábamos de muchas doctrinas y decíamos que los testigos de Jehová eran falsos profetas, que por favor nos ayuden”. “¿¡Que nos ayuden!?” El hermano de mi esposa sabía como anciano las consecuencias de lo que hizo al delatarnos como personas con dudas acerca de la organización; él sabía que los ancianos jamás nos iban a ayudar, menos después de lo que yo les expuse en mi charla con ellos. Con esto pudimos comprobar las palabras del Señor Jesús en Mateo 10:36 acerca de que “los enemigos de cada uno serán los de su propia casa” y al enterarse de esto mi esposa se puso muy mal tanto anímicamente como físicamente, tan mal que una hermana de la congregación (la hermana “X”, la misma hermana que había ido con ella para hablar con los ancianos sobre el abuso sexual de su estudio) le preguntó acerca de que le pasaba ya que no la veía bien, pero, mi esposa no le podía decir lo ocurrido porque la tildaría de apóstata, así que prefirió decirle que estaba mal porque no se había hecho algo con el problema del abuso sexual de su estudio que ella conocía. Además, le explicó que también había escuchado que el mismo proceder usaron en muchos casos similares en otras congregaciones y que era algo habitual que los ancianos dejaran impune al abusador (le dijo todo eso porque pensó que con saber lo sucedido y además por su propia experiencia iba a entender y plantearse la duda al menos de si es correcto el procedimiento utilizado en la organización), mi esposa le dijo que esto le hizo preguntarse si era la organización verdadera ya no podía ver justicia en sus actos.

 

Para variar, la hermana “X” no le dió importancia al asunto diciéndole que dejara todo en manos de Jehová, que ella tampoco estaba de acuerdo con muchas cosa como la expulsión, por eso ella hablaba con algunos expulsados, que no le gustaban los vídeos de la sociedad, que incluso le daban asco, etc, pero, que no conocía otro lugar donde se demuestren el amor entre hermanos como en la organización. Esta plática pasó dos semanas antes de la asamblea, un Lunes. Para el Miércoles, la hermana “X” le escribe un mensaje de texto a mi esposa diciéndole que si tenía esas dudas con respecto a la organización que ya no podía considerarla su amiga y la bloqueó del Whatsapp. Para el Sábado mi esposa se da cuenta que una gran mayoría de los hermanos de la congregación la habían bloqueado de las redes sociales. Yo me fijo en mis redes sociales y también observé que la mayoría de los hermanos me había bloqueado sin siquiera decir algunas palabras. Repentinamente, una amiga inactiva de mi esposa que no la había bloqueado le dijo que entre los hermanos estaba circulando una instrucción que salió directamente de los ancianos en que se ordenaba a los hermanos de la congregación que evitaran todo tipo de contacto con nosotros por que teníamos pensamientos apóstatas y que ellos ya estaban tratando el asunto y que después de la asamblea iban a tener novedades sobre nosotros en la primera reunión y que pasen el mensaje a todos los que puedan. Esta misma hermana inactiva, adicionalmente, recibió un mensaje de la hermana “X” que le dijo que mi esposa la trató de convencer de que la organización era un desastre, incluso que trato de mostrarle videos apóstatas de Internet. Para mí es evidente que ésta hermana “X” había hablado con los ancianos sobre la plática que había tenido con mi esposa y además no tuvo problema en exagerar las cosas.

Lo curioso aquí es que los ancianos estaban violando los propios procedimientos emitidos por el mismísimo cuerpo gobernante al no escuchar la otra parte, sin preguntarnos si eso era verdad, sin hacernos un comité judicial, los ancianos ya nos expulsaron virtual y literalmente al mandar ese mensaje de texto a todos los hermanos sin siquiera dar un anuncio formal a la congregación. Los ancianos curiosamente tuvieron un comportamiento más apóstata y rebelde que mi esposa y yo hacia el cuerpo gobernante y lo peor de todo, los supuestos pastores supuestamente nombrados por el Espíritu Santo desobedecen la orden directa del Pastor Excelente en Mateo 5:23,24.

No solo nos bloquearon de las redes los hermanos de nuestra congregación, sino los de todas las congregaciones de alrededor y las más lejanas también, todos nos bloquearon y nos dieron sin siquiera preguntar. Esto fue un balde de agua fría para mi esposa quien estuvo llorando como nunca en mis diez años de casado la ví. Le pegó tan fuerte que le agarraron ataques de pánico, insomnio, no quería salir a la calle por temor a encontrarse con alguien y que no le dirijan la palabra y le volteen la cara. Mi hijo menor como nunca comenzó a mojar la cama y la mayor de 6 años lloraba por todo. Evidentemente, al ver a su mamá tan mal también les afecto a ellos. Tuvimos que buscar ayuda psicológica profesional para poder afrontar esta situación.

Mi esposa decidió preguntarle por mensaje de texto a uno de los ancianos porque enviaron este mensaje a todos los hermanos. El anciano le dijo que de parte de ellos ningún mensaje fue enviado a los hermanos. Entonces mi esposa le reenvió el mensaje de esta hermana donde le decía no solo que los ancianos dieron esa directriz, sino contando lo que supuestamente mi esposa estuvo hablando, para entonces teníamos muchos otros mensajes donde varios y distintos hermanos nos decían que quienes dieron la directriz de no tratarnos más venía de los ancianos de forma verbal o por mensaje de texto, pero nunca por un anuncio formal a la congregación. Adicionalmente, algunos hermanos y hermanas nos enviaron mensaje de audio que afirmaban que hablaron con los ancianos y ellos le confirmaban la directriz y que se dió esa orden de manera preventiva. ¿De manera preventiva? ¿Acaso el libro “Pastoreen el rebaño” ya contiene una “nueva luz” del cuerpo gobernante para tomar este tipo de medidas preventivas? Obtuvimos acceso a toda esta información gracias a esta amiga inactiva de mi esposa que nunca la bloqueó y el anciano le repitió que no sabía nada de esos mensajes; mi esposa le dijo que entonces frenara a esta hermana “X” que los estaba difundiendo y al mismo tiempo nos estaba difamando, y el anciano le dijo que antes de hablar con esta hermana “X” tenían que hablar los ancianos primeramente con nosotros.

Mi esposa y yo entendimos entonces que si no querían frenar la situación era porque la decisión ya había sido tomada. Solo faltaba formalizarla y ya tenían todo el cuadro prácticamente armado para expulsarnos: el testimonio de esta hermana “X”, el testimonio del hermano de mi esposa y el mío en aquélla reunión con los ancianos y al dar ellos esa orden de “rechazarnos de manera preventiva” era porque ya no se podían echar para atrás y los ancianos nos pidieron que nos reuniéramos con ellos en la primera reunión después de la asamblea.

Conociendo el caso de muchos otros testigos que fueron expulsados injustamente al investigar en el Internet, sabíamos que de ésta no salíamos sino solamente expulsados, las cuentas que hacíamos solo daban eso como resultado. Personalmente me venía preparando para afrontar ésta situación con mucho tiempo de antelación y leyendo el libro de los ancianos “Pastoreen el rebaño” que si en un comité judicial el acusado decía que iba a demandarlos, el procedimiento se frenaba, y eso fue lo que hicimos, buscamos asesoramiento legal y envíe una carta documento a la sucursal y otra a los ancianos de la congregación [se muestra el documento] destacando que decidimos enviar las cartas no porque nos importe estar en la organización sino para que nuestros familiares puedan seguir hablándonos sin problemas, solamente por eso. Las cartas llegaron el día Lunes justo después de la asamblea internacional. Teníamos tres días para decidir si asistíamos a la reunión. Decidimos asistir a la reunión para ver que nos decían los hermanos o los ancianos, pero nunca íbamos a acceder a hablar con ellos sin las garantías que pedimos en la carta. Llegamos sobre la hora, ningún hermano o hermana se atrevía a mirarnos a la cara. Cuando entramos estaban dos ancianos que al vernos se les transformó la cara como diciendo “¡que hacen estos dos acá!” Y puesto que no sabían ni tenían algo que decirnos y de hecho, no nos dijeron absolutamente nada.

Favor de dar click aquí para ver la carta enviada a la sucursal 

Fue la reunión mas tensa de mi vida. Estuvimos esperando a que algún anciano nos hablara para dialogar y nada de eso pasó. Incluso nos retiramos al termino de la reunión y todos los ancianos, los cinco ancianos, estaban encerrados en la sala B, como escondiéndose. Al asistir a la reunión les dimos la oportunidad de dialogar, así que nosotros cumplimos. Después de eso no hemos asistido a las reuniones ni tampoco hemos recibido mensajes de los ancianos.

Al mes recibimos la contestación a la carta que enviamos a la sucursal [se muestra documento] y se nos decía básicamente que rechazaban cualquier petición nuestra y que si querían nos expulsaban igual y de los ancianos no tuvimos respuesta a la carta que enviamos.

Favor de dar clic aquí para ver la respuesta de la sucursal

Personalmente me he cruzado en el camino con varios ancianos, pero ninguno ha pedido resolver el asunto. Sabemos que tarde o temprano nos van a expulsar pero al menos ganamos un poco de tiempo.

Llegamos a enterarnos que muchos hermanos vieron que pasaba el tiempo y se preguntaban porque los ancianos no daban ningún anuncio sobre nosotros. Muchos les preguntaron directamente a ellos, pero ellos les decían que nos están brindando ayuda, totales mentiras, querían dar la apariencia de que ellos agotaron las maneras de ayudarnos, querían mostrar lo amorosos que supuestamente son, pero evidentemente la congregación quería resultados o algo que justifique que todo lo que se dijo no era un rumor, tanto que los ancianos tuvieron que dar un discurso de amonestación a la congregación de que no estaba bien el cuestionar las decisiones que el cuerpo de ancianos toma. Básicamente les dijeron a todos los hermanos y hermanas que obedezcan y no pregunten. El anuncio de la expulsión no se ha dado hasta el día de hoy.

El último contacto que tuvimos con los ancianos fue una llamada en marzo del 2020 de uno de ellos pidiéndonos que nos reuniéramos con ellos para hablar del motivo por el cual enviamos la carta. Ellos saben el porque ya que la carta misma dice claramente el motivo. Ellos piensan que nosotros no sabemos que el libro Perspicacia dice que “querer declarase justo mediante la ley constituye apostasía”. Así que el único motivo para citarnos es expulsarnos de una manera u otra y les dijimos que no era el momento de reunirnos por la situación de salud de mi esposa.

Ahora con la cuarentena mundial por coronavirus, nadie, ningún hermano ni anciano, nos escribió ni para saber si algo nos hacia falta, ni siquiera los que decían ser nuestros amigos. Evidentemente los treinta años de amistades dentro de la organización no valen nada para ellos, lo olvidaron todo en un segundo. Todo lo que hemos pasado solo nos confirma que el amor que esta organización es ficticio, no existe y si el Señor dijo que el amor era el rasgo para identificar al adorador verdadero, nos quedó claro que ésta no era la organización de Dios.

Si bien perdimos muchas cosas por ponernos firmes a nuestras convicciones, ganamos mucho ya que actualmente gozamos de una libertad que nunca sentimos, podemos pasar mucho mas tiempo con nuestros hijos y familiares. Una vez por semana nos reunimos con mis familiares a estudiar sin el sesgo doctrinal de la jw.org, usando mas de diez traducciones de la biblia y biblias interlineales. Sacamos mucho provecho de nuestro estudio personal. Hemos entendido que para adorar no es necesario pertenecer a una “religión formal” ni reunirse en un templo. Hemos conocido más personas como nosotros que buscan adorar de la forma correcta. Hemos conocido personas que hasta se reúnen por Internet para aprender de la palabra de Dios. Principalmente disfrutamos de una conciencia limpia al saber que no estamos ofendiendo a Dios al formar parte de una religión falsa.
Audio de reunión con ancianos Parte 1

Audio de reunión con ancianos Parte 2

Audio de reunión con ancianos Parte 3

Audio de reunión con ancianos Parte 4

Audio de reunión con ancianos Parte 5 (final)