El título de este vídeo es: ¿Contristamos al Espíritu de Dios cuando rechazamos nuestra esperanza celestial por un paraíso terrenal?

Tal vez parezca un poco duro, o un poco sentencioso. Tenga en cuenta que está dirigido especialmente a mis amigos ex-TJ que, aunque siguen creyendo en nuestro Padre celestial y en su hijo, Cristo Jesús, y que han comenzado a participar de los emblemas (como nos ordenó Jesús a hacer) todavía no quieren «ir al cielo». Muchos han comentado en mi canal de YouTube y también a través de correos electrónicos que quieren quedarse en la tierra. Los comentarios citados a continuación son una muestra real de lo que veo a menudo:

«Siento en mi interior que quiero poseer la tierra… esto va más allá de una forma infantil de entender el paraíso».

«Amo este planeta y las increíbles creaciones de Dios. Espero una nueva tierra, gobernada por Cristo y sus compañeros reyes/sacerdotes y quiero quedarme aquí.»

«Aunque me gusta pensar que soy justo, no tengo ningún deseo de ir al cielo».

Claro que no hay nada mal en desear vida eterna en un paraíso terrenal. Por décadas, las publicaciones de la sociedad Watch Tower pintan el cuadro de una vida humana rica y tranquila en paz con los animales. Pero, pregunto: ¿hay algún lugar en las Escrituras donde se ofrezca a los cristianos…A LOS CRISTIANOS…una esperanza terrenal para la salvación?

Los cristianos de otras confesiones religiosas creen que vamos al cielo cuando morimos, pero ¿comprenden lo que eso significa? ¿Esperan realmente esa salvación?  He hablado con mucha gente en mis décadas de predicación de puerta en puerta como testigo de Jehová, y puedo decir con seguridad que las personas con las que hablé de que se consideraban buenas personas, creían que iban al cielo. Pero ahí no más.  Realmente no tenían ni idea de lo que eso significa: ¿quizá sentados en una nube tocando un arpa? Su esperanza era tan vaga que la mayoría no la anhelaba.

Solía preguntarme por qué las personas de otras denominaciones cristianas luchaban tanto por seguir con vida cuando estaban enfermas, incluso soportando un dolor horrible mientras sufrían una enfermedad terminal, en lugar de dejarse morir y marcharse a su recompensa. Si realmente creían que iban a un lugar mejor, ¿por qué luchar tanto para quedarse aquí?

En cualquier caso, antes de hablar de lo que dice la Biblia sobre «el cielo» o “los cielos”—que son cosas distintas—es importante preguntar a los que tienen recelos de ir al cielo, de dónde proceden realmente esos recelos. ¿Los recelos que tienen sobre ir al cielo están relacionados con el miedo a lo desconocido? ¿Qué pasaría si supieran que la esperanza celestial no significa dejar ni la tierra ni a la humanidad para siempre e ir a un lugar espiritual desconocido? ¿Cambiaría eso su punto de vista?  ¿O será que el verdadero problema es que no quieren hacer el esfuerzo? Jesús nos dice que «pequeña es la puerta y estrecho el camino que lleva a la vida, y sólo unos pocos lo encuentran». (Mateo 7:14 BSB)

Como testigo de Jehová, no tenía que ser lo suficientemente bueno para merecer la vida eterna. Sólo tenía que ser lo suficientemente bueno para sobrevivir al Armagedón. Entonces tendría mil años para trabajar en lo que se necesita para merecer la vida eterna.  La esperanza de las otras ovejas es una especie de premio por participar.  La salvación para los Testigos de Jehová está muy basada en las obras: Asistir a todas las reuniones, salir a la obra de predicación con regularidad, obedecer al cuerpo gobernante, y mantenerse dentro de la Organización, y pasará al Armagedón, y entonces podrá trabajar en el perfeccionamiento de su personalidad para alcanzar la vida eterna.

Después que hayan alcanzado la verdadera perfección humana al final del Milenio y pasen la prueba final, estarán en condiciones de ser declarados justos con el fin de que reciban vida eterna como humanos. (La Atalaya 15/12/1985 pág. 30 ¿Recuerda usted?)

Habiéndose acostumbrado a la voz arrulladora de La Atalaya que pinta un cuadro de Testigos de Jehová justos que viven en paz en un paraíso terrenal, tal vez a muchos ex Testigos de Jehová les sigue gustando la idea de ser simplemente «amigos de Jehová», un concepto que se menciona a menudo en las publicaciones de la Atalaya pero que no aparece ni una sola vez en la Biblia (el único «amigo de Jehová» del que habla la Biblia fue el no cristiano Abraham en Santiago 1:23). Los Testigos de Jehová se consideran justos y creen que heredarán una tierra paradisíaca después del Armagedón y allí trabajarán hacia la perfección y obtendrán la vida eterna al final del reino de mil años de Cristo. Esa es su «esperanza terrenal».

Como sabemos, los testigos también creen que sólo un pequeño grupo de cristianos, unos 144.000 que han vivido desde la época de Cristo, irán al cielo como seres espirituales inmortales justo antes del Armagedón y que gobernarán desde el cielo. En realidad, la Biblia no dice eso.  Apocalipsis 5:10 dice que estos gobernarán «sobre o en la tierra». De hecho, las ilustraciones del cielo que se pueden ver en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower suelen mostrar hombres con túnica blanca y barba, flotando entre las nubes. Por otro lado, las ilustraciones de la esperanza terrenal que se ofrecen a la gran mayoría de los testigos de Jehová son coloridas y atractivas, y muestran a familias felices que viven en paisajes ajardinados, que se dan un festín con los mejores alimentos, que construyen hermosas casas y que disfrutan de la paz con el reino animal.

Pero ¿se basa toda esta confusión en una falsa comprensión de lo que es el cielo en relación con la esperanza cristiana?  ¿Se refiere el cielo o los cielos a un lugar físico, o a un estado del ser?

Cuando usted deja el ambiente enclaustrado de JW.org, usted tiene mucho trabajo que hacer para aprender la verdad. Primero, tiene que limpiar la casa, es decir, eliminar de su mente todas las imágenes falsas implantadas a partir de años de alimentación de la imaginería y el pensamiento de la Atalaya.

Entonces, ¿qué deberían entender los ex testigos que buscan la verdad bíblica y encuentran su libertad en Cristo sobre su salvación? ¿Siguen cayendo en el mensaje oculto de la organización que pretende atraer a los que tienen una esperanza terrenal? Verás, si todavía va a estar en un estado pecaminoso de acuerdo con la doctrina de los testigos, incluso después de su resurrección, entonces el listón para la supervivencia en el Nuevo Mundo no está muy alto. Ellos enseñan que no tiene que ser realmente bueno para pasar, sólo tiene que ser lo suficientemente bueno para pasar el listón, porque todavía tendrá mil años para hacerlo todo bien, para arreglar los defectos de su imperfección Y lo mejor de todo es que tampoco tendrá que sufrir más persecución por el Cristo, como hacemos en este mundo. Eso es mucho más agradable de imaginar que lo que leemos en Hebreos 10:32-34 sobre lo que los verdaderos cristianos han tenido que soportar por mostrar su amor a Jesús.

«Pero recuerden los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, ustedes soportaron una gran lucha de padecimientos. Por una parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otra, siendo compañeros de los que eran tratados así. Porque tuvieron compasión de los prisioneros y aceptaron con gozo el despojo de sus bienes, sabiendo que tienen para ustedes mismos una mejor y más duradera posesión.» (Hebreos 10:32-34 NBL)

Ahora podríamos estar tentados a decir: «Sí, pero tanto los testigos como algunos ex testigos han entendido mal la esperanza celestial. Si realmente la entendieran, no se sentirían así». Pero, ese no es el punto. Obtener la salvación no es tan fácil como pedir comida del menú de un restaurante.

Al final de este vídeo, veremos que sólo hay una esperanza ofrecida a los cristianos. Sólo una. Tómala o déjala. ¿Quiénes somos nosotros para rechazar el don gratuito del Dios Todopoderoso? Cuán descarados debemos de ser decirle a Dios: Gracias Señor, pero no gracias. He llegado a ver que aunque desprecian el materialismo, a su manera, los Testigos de Jehová son muy materialistas. Sólo que su materialismo es un materialismo diferido. Posponen la obtención de cosas que quieren ahora con la esperanza de obtener cosas mucho mejores después del Armagedón. He escuchado a más de un Testigo desear alguna hermosa casa que visitaron en la obra de predicación, diciendo: «¡Ahí es donde voy a vivir después del Armagedón!»

Cuando un testigo de Jehová dice, como un niño petulante, «Pero yo no quiero ir al cielo. Quiero quedarme en la tierra paradisíaca», ¿no está mostrando una falta de fe total en la bondad de Dios? ¿Dónde está la confianza en que nuestro Padre celestial nunca nos daría algo que no estaríamos increíblemente felices de recibir? ¿Dónde está la fe en que Él sabe mucho mejor que nosotros lo que nos haría felices más allá de nuestros sueños?

Lo que nuestro Padre Celestial nos ha prometido es ser sus hijos, Hijos de Dios, y heredar la vida eterna. Y más que eso, trabajar al lado de su precioso Hijo para gobernar en el reino de los cielos como reyes y sacerdotes. Seremos responsables de restaurar a la humanidad pecadora de vuelta a la familia de Dios, un trabajo que durará 1.000 años. Después de eso, quién sabe lo que nuestro Padre tiene reservado para nosotros.

Deberíamos poder detener esta discusión aquí mismo. Lo que ahora sabemos es todo lo que necesitamos saber. Con ese conocimiento, fundado en la fe, tenemos lo que necesitamos para continuar lealmente hasta el final.

Sin embargo, nuestro Padre ha elegido revelar algo más que eso, y lo ha hecho a través de su Hijo Lo que hace falta es poner fe en Dios y creer que todo lo que nos ofrece será increíblemente bueno para nosotros. No debemos dudar de su bondad. Sin embargo, las ideas que se han sembrado en nuestro cerebro a partir de nuestra antigua religión pueden obstaculizar nuestra comprensión y suscitar preocupaciones que pueden socavar nuestra alegría ante la perspectiva que se nos ofrece. Examinemos las diversas características de la esperanza de salvación que ofrece la Biblia y contrastémoslas con la esperanza de salvación que ofrece la organización de los Testigos de Jehová.

Tenemos que empezar por despejar de la mente ciertos conceptos erróneos que podrían impedirnos comprender plenamente las buenas nuevas de la salvación. Comencemos con la frase «esperanza celestial«. Este es un término que no se encuentra en las Escrituras, aunque aparece más de 300 veces en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. De manera similar, la frase «paraíso terrenal» tampoco se encuentra en la Biblia, aunque sí se encuentra casi 2000 veces en las publicaciones de la Sociedad.

A los cristianos se les exhorta lo siguiente:

“Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira (la mente) en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.” (Colosenses 3:1-3)

¿Está Pablo hablando de la ubicación física del cielo? ¿Tiene el cielo una ubicación física o estamos imponiendo conceptos materiales a cosas inmateriales? Fíjate que Pablo no nos dice que pensemos en las cosas en el cielo, sino en las cosas de arriba.  Está hablando en conceptos espirituales no en cosas literales ubicadas en el cielo. ¿Cuáles son las cosas de arriba que los cristianos conocemos? Piense en ello.

Consideremos a qué se refiere Pablo cuando dice en los versículos que acabamos de leer que hemos sido resucitados con Cristo.  Estando vivos aquí en la tierra como podemos ser resucitados con Cristo?

«Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en (a causa de) nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados), y con Él nos resucitó y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús». (Efesios 2:4-6 NBL)

Aquí habla en tiempo pasado como si todo esto ya hubiera ocurrido, y de hecho ha ocurrido, porque hemos muerto con referencia al pecado y volvimos a la vida como si hubiéramos resucitado físicamente a la vida. Esto no tiene nada que ver con un lugar, sino todo que ver con un estado de ser.

Bajo esa luz, por favor considere estos versículos:

«Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.» (Gálatas 5:24, 25 NBL)

«Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo de la carne.» (Gálatas 5:16 NBL)

«Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él. Y si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo (es vida) a causa de la justicia.» (Romanos 8:9,10 NBL)

Así que aquí podemos ver los medios, y hacer la conexión, de por qué es posible llegar a ser justos. Es la acción del espíritu santo sobre nosotros porque tenemos fe en Cristo. A todos los cristianos se les ofrece el derecho de recibir el espíritu santo porque se les ha ofrecido el derecho de ser hijos de Dios por la propia autoridad de Cristo. Eso es lo que nos enseña Juan 1:12,13.

“Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.” (Juan 1:12, 13 NBL)

Cualquiera que ponga la verdadera fe en Jesucristo (y no en los hombres) recibirá el espíritu santo, y es guiado por él como una garantía de que recibirá la herencia de la vida eterna que Dios le ha prometido por su fe en Jesucristo como su salvador, como su redentor del pecado y de la muerte. Hay muchas Escrituras que dejan esto claro.

«Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.» (Gálatas 3:26 NBL)

«Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.» (Romanos 8:14 NBL)

Ahora, volviendo a la teología de los testigos de Jehová y a la promesa que los hombres de la Organización Watch Tower hacen a los «amigos de Dios» (las otras ovejas), vemos que surge un problema insuperable. ¿Cómo es que estos «amigos de Dios» pueden ser llamados justos ya que admiten abiertamente que no reciben, y no quieren recibir, la unción del espíritu santo? No pueden ser justos sin el Espíritu de Dios, ¿verdad?

«El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.» (Juan 6:63, NBL)

«Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.» (Romanos 8:9 NBL)

¿Cómo podemos esperar ser salvados como cristianos justos si no pertenecemos a Cristo? Un cristiano que no pertenece a Cristo es una contradicción en términos. El libro de Romanos muestra claramente que si el espíritu de Dios no mora en nosotros, si no hemos sido ungidos por el espíritu santo, entonces no tenemos el espíritu de Cristo y no le pertenecemos. En otras palabras, no somos cristianos. Vamos, la propia palabra significa ungido, christos en griego. Búscalo.

El Cuerpo Gobernante les dice a los testigos de Jehová que tengan cuidado con los apóstatas que los seducirán con falsas enseñanzas.  Esto se llama proyección.  Significa que están proyectando su problema o su acción o su pecado, en otros -acusando a otros de hacer la misma cosa que ellos practican.  Hermanos y hermanas, no se dejen seducir por la falsa esperanza de una resurrección terrenal de los justos como amigos de Dios, pero no sus hijos, como se reparte en las publicaciones de la corporación Watch Tower. Esos hombres quieren que les obedezca y afirman que su salvación depende de su apoyo a ellos. Pero deténgase por un momento y recuerde la advertencia de Dios:

«No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación.» (Salmo 146:3)

Nuestra única esperanza de salvación se explica en el libro de los Hechos de los Apóstoles:

«En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.» (Hechos 4:12)

Llegados a este punto, pueda que se pregunte: «Bueno, ¿cuál es exactamente la esperanza que se ofrece a los cristianos?»

¿Seremos llevados al cielo, a algún lugar lejano de la tierra, para no volver jamás?  ¿Cómo será? ¿Qué tipo de cuerpo tendremos?

Son preguntas que requerirán otro vídeo para responderlas adecuadamente, así que las dejaremos para la próxima presentación. Por ahora, el punto principal con el que debemos quedarnos es este: Incluso si todo lo que supiéramos sobre la esperanza que Jehová nos promete es que heredaremos la vida eterna, eso debería ser suficiente.  Nuestra fe en Dios, la fe en que él es amoroso y nos concederá todo lo que podamos desear y más, es todo lo que necesitamos en este momento. No debemos dudar de la calidad de los dones de Dios. Las únicas palabras que deben salir de nuestra boca deben ser palabras de inmensa gratitud.

Gracias a todos por escuchar y por seguir apoyando este canal. Sus donaciones nos ayudan mucho.