En el número de octubre de 2021 de La Atalaya, hay un artículo al final titulado «1921: Cien años atrás».  Muestra una imagen de un libro publicado en ese año.  Aquí está. “The Harp of God”, (El Arpa de Dios), de J. F. Rutherford.  Hay algo malo en esta imagen. ¿Saben lo que es? Te daré una pista. Ese no es el libro que se publicó ese año, bueno, no exactamente.  Lo que estamos viendo aquí es un poco de historia revisionista.  Bueno, ¿qué hay de malo en eso, podría decirse?

Buena pregunta. Aquí hay algunos principios bíblicos que me gustaría que tuviéramos en cuenta antes de averiguar lo que está mal en esta imagen.

Hebreos 13:18 dice: “Ocúpense en orar por nosotros, porque confiamos en que tenemos una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas”.

 (Hebreos 13:18 TNM)

Luego Pablo nos dice que debemos “Por lo cual, ahora que han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros”.

(Efesios 4:25 TNM)

Por último, Jesús nos dice que “Si son fieles en las cosas pequeñas, serán fieles en las grandes. Pero, si son deshonestos en las cosas pequeñas, no actuarán con honradez en las responsabilidades más grandes”.

 (Lucas 16:10 NVI).

 

¿Qué hay de malo en esta imagen? El artículo está hablando de eventos pertenecientes a la Sociedad Watch Tower de hace cien años, en el año 1921.  En la página 30 de la edición actual de octubre de 2021, bajo el subtítulo «¡Un libro nuevo!», se nos informa que este libro, El Arpa de Dios llegó en noviembre de ese año.  No fue así.  Este libro que muestra salió cuatro años después, en 1925.  Aquí está El Arpa de Dios que salió en 1921.

 

¿Por qué no muestran la portada del libro real al que se refieren en el artículo?  Porque en la portada se lee «PRUEBA CONCLUSIVA DE QUE MILLONES DE PERSONAS QUE VIVEN AHORA NO MORIRÁN JAMÁS».  ¿Por qué ocultan eso a sus seguidores? ¿Por qué no están, como dijo Pablo, «hablando la verdad con su prójimo»?  Tal vez piensen que es poca cosa, pero acabamos de leer que Jesús dijo que «quien es deshonesto con lo poco, también lo será con lo mucho.»

¿Qué significa realmente ese título?

Volviendo al artículo de la Atalaya actual, el número de octubre de 2021, leemos en la introducción:

» EL NÚMERO del 1 de enero de 1921 de esta revista en inglés planteó esta pregunta para los Estudiantes de la Biblia: “¿Cuál, entonces, es la tarea particular que podemos ver ante nosotros para este año?”. Como respuesta, citó Isaías 61:1, 2, que les recordó la comisión que tenían de predicar: “Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; […] para proclamar el año aceptable de Jehová y el día de la Venganza de nuestro Dios”.»

Estoy seguro de que cualquier testigo de Jehová que lea esto hoy en día llegará a la conclusión de que la «la tarea particular» en cuestión es la predicación de las buenas noticias, al igual que hacen los testigos de Jehová hoy en día. Qué desilusión. Pues, no es así.

En aquel entonces, ¿cuál era el año aceptable del Señor?  Era un año muy específico.  ¡1925!

El Boletín (Bulletin) de octubre de 1920, una publicación mensual de la Sociedad Watch Tower, proporcionó a los Estudiantes de la Biblia de la época esta dirección para la predicación:

Voy a tener que hacer una pausa mientras leo esto porque hay una serie de inexactitudes que deben ser identificadas. Utilizo el término «inexactitudes» para evitar otro término más peyorativo.

«¡Buenos días!»

«¿Sabes que millones de personas que ahora viven no morirán nunca?

«Quiero decir justo lo que digo: que los millones que ahora viven no van a morir nunca.

» ‘El Misterio Terminado’, la obra póstuma del pastor Russell, dice por qué hay millones que viven ahora y que nunca morirán; y si puedes mantenerte vivo hasta 1925 tienes excelentes posibilidades de ser uno de ellos.

Esta no fue la obra póstuma de Russell. El libro fue escrito por Clayton James Woodworth y George Herbert Fisher sin autorización del Comité Ejecutivo de la Watch Tower, sino por decreto de Joseph Franklin Rutherford.

«Desde 1881 todo el mundo ridiculizó el mensaje del pastor Russell y de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, según el cual la Biblia profetizaba una guerra mundial en 1914; pero la guerra llegó a tiempo, y ahora el mensaje de su obra final, «millones que ahora viven nunca morirán», se considera seriamente.

La Biblia no profetizó una guerra mundial en 1914.  Si lo duda, vea este video. (https://youtu.be/VxnFqDi7nys).

«Es un hecho absoluto, declarado en cada libro de la Biblia, predicho por cada profeta de la Biblia.  Creo que estarán de acuerdo en que este tema bien merece unas cuantas tardes de investigación.

Bien, esto es una mentira escandalosa.  ¿Todos los libros de la Biblia, todos los profetas de la Biblia, hablan de que millones que ahora viven nunca morirán?  Por favor.

» ‘El Misterio Terminado’ se puede conseguir por 1 dólar.

«Para que los vivos sean conscientes de la existencia real de este período, La Edad de Oro, una revista quincenal, trata de los acontecimientos actuales que marcan la institución de la Edad de Oro, la edad en la que cesará la muerte”.

Bueno, seguro que eso no funcionó como estaba previsto, ¿verdad?

«La suscripción anual cuesta 2 dólares, o bien se pueden conseguir tanto el libro como la revista por 2,75 dólares.

» ‘El Misterio Terminado’ cuenta por qué millones de personas que ahora viven no morirán nunca, y ‘La Edad de Oro’ revelará la alegría y el consuelo detrás de las nubes oscuras y amenazantes; ambos por dos setenta y cinco».

Realmente creían que el fin iba a llegar en 1925, que los antiguos fieles como Abraham, el rey David y Daniel serían resucitados a la vida en la tierra y vivirían en los Estados Unidos. Incluso compraron una mansión de 10 habitaciones en San Diego, California, para hospedarlos y la llamaron «Beth Sarim» (Casa de los Príncipes).

Esa parte de la historia de la organización es un hecho y existe por escrito, así como en los corazones y las mentes de los hombres y mujeres decepcionados, ya que el final no llegó y los antiguos fieles no aparecieron por ninguna parte. Ahora bien, podríamos excusar todo eso como el tipo de errores bien intencionados que pueden cometer los hombres imperfectos y demasiado entusiastas.  Estoy seguro de que lo habría hecho yo, si hubiera sabido todo esto cuando era un testigo de Jehová totalmente comprometido.  Por supuesto, es una falsa profecía.  Eso no se puede discutir. Ellos profetizaron que algo sucedería y pusieron esa predicción por escrito, así que eso los convierte, según la definición de Deuteronomio 18:20-22, en un falso profeta.  Sin embargo, teniendo en cuenta eso, todavía lo habría pasado por alto, debido a los años de condicionamiento.  Sin embargo, estas cosas empezaron a preocuparme al entrar en el siglo 21. 

Hace años, cuando estaba cenando con unos amigos TJ, una ex precursora y su ex marido ex betelita, me encontré quejándome de cosas dentro de la organización.  Se preocuparon y me preguntaron por qué estaba realmente molesta.  Al principio no pude expresarlo con palabras, pero después de pensarlo unos minutos, dije: «Sólo me gustaría que reconocieran sus errores».  Me preocupaba mucho que nunca se disculparan por ningún error de interpretación, y que normalmente echaran la culpa a otros.  Todavía no han reconocido el fiasco de 1975.

Lo que tenemos en este artículo no es simplemente un ejemplo de la organización que no reconoce un error del pasado, sino que se esfuerza por encubrirlo. ¿Deberíamos preocuparnos por ello? Para la respuesta a esa pregunta, dejaré que la organización hable.

Al hablar de por qué podemos creer que la Biblia es realmente la palabra de Dios, la Atalaya de 1983 decía lo siguiente:

Otra cosa que identifica la Biblia como libro procedente de Dios es el candor de los que la escribieron. ¿Por qué? En primer lugar, es contrario a la naturaleza humana imperfecta admitir los errores que uno comete, y mucho menos ponerlos por escrito. En cuanto a esto, la Biblia se distingue de otros libros antiguos. Pero más que eso, el candor de los escritores de este libro nos asegura de la completa integridad de ellos. Después de todo, no es probable que divulgaran sus flaquezas y que luego dijeran otras cosas que no fueran ciertas, ¿no es así? Si hubieran querido tergiversar algo, ¿no lo hubieran hecho con la información desfavorable concerniente a sí mismos? Así, el candor de los escritores de la Biblia añade peso a la afirmación de ellos de que Dios dirigió lo que registraron. (2 Timoteo 3:16.)

(w83 15/2 p. 5-6)

“El candor de los escritores…nos asegura de la completa integridad de ellos.” ¡Qué bien dicho! Pero, ¿No sería también cierto lo contrario? Si descubrimos que no hay franqueza, ¿no habla eso de una falta de integridad? Si aplicamos esas palabras ahora a los escritores de las publicaciones de los Testigos de Jehová, ¿cómo salen? Si no pueden hablar con candor cuando fallan, si siguen el curso de Adán y Eva de disculparse mediante echar la culpa a otro, entonces, no podemos confiar en nada que nos digan.

Nunca supe de la profecía fallida de la organización con respecto a 1925 hasta que dejé la organización. Escondieron esa vergonzosa falla profética de todos nosotros, hasta el punto de mandar que todas las publicaciones más antiguas, como El Arpa de Dios, sea eliminadas de las bibliotecas de todos los salones del Reino por decreto del cuerpo gobernante. Así que el testigo promedio miraría esta foto en la revista y pensaría que se trata de un libro lleno de verdades bíblicas. Nunca sabrían que esta portada había sido alterada de la portada original publicada en 1921 que contenía la vergonzosa afirmación de que el libro contenía pruebas concluyentes de que millones de personas entonces vivas verían el fin, un fin que otro libro de la época, la edición de 1920 de Millones que ahora viven nunca morirán, afirmaba que llegaría en 1925.

Podríamos pasar por alto los muchos errores que ha cometido la organización si hubieran imitado a los escritores de la Biblia admitiendo cándidamente sus errores y arrepintiéndose de ellos. En cambio, se esfuerzan por ocultar sus errores alterando su historia. Si la franqueza de los escritores bíblicos nos da razones para creer que la Biblia es auténtica y veraz, entonces lo contrario también debe ser cierto. La falta de candor y honestidad junto con el encubrimiento intencional de los pecados del pasado, es una indicación de que no se puede confiar en la organización para revelar la verdad. Esto es lo que los expertos legales llamarían «el fruto del árbol envenenado».  Este engaño, esta constante revisión de su propia historia para ocultar sus fallos, pone en tela de juicio todas sus enseñanzas.  La confianza ha sido destruida.

Los escritores de la Atalaya deberían reflexionar sobre estas escrituras en oración.

Los labios falsos son cosa detestable a Jehová, pero los que actúan en fidelidad le son un placer. (Proverbios 12:22).

Porque “hacemos provisión honrada, no solo a vista de Jehová, sino también a vista de los hombres”. (2 Corintios 8:21).

No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas… (Colosenses 3:9).

Pero, lamentablemente, no lo harán.  La razón es que sirven a sus amos, los miembros del Cuerpo Gobernante, no a nuestro Señor Jesús.  Como él mismo advirtió: ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro.” (Mateo 6:24)

Gracias por su tiempo y apoyo.