En mi opinión, una de las cosas más peligrosas que puede decir como proclamador de las buenas nuevas es, “la Biblia dice“. esto es algo que decimos todo el tiempo. Yo mismo lo digo a menudo. Pero existe un peligro real si no tenemos mucho, pero mucho cuidado. Es como conducir un coche. Lo hacemos tan frecuentemente que no pensamos en ello; pero podemos olvidar fácilmente que estamos conduciendo una pieza de Ingeniería muy pesada y de movimiento muy rápido que puede causar un daño increíble si no se controla con el debido cuidado.

El punto que trato de hacer es este: cuando decimos, “la Biblia dice“, estamos transmitiendo un mensaje que proviene de la voz de Dios. Lo que viene a continuación no es de nosotros, sino del mismísimo Jehová Dios. El peligro es que este libro que tengo en la mano no es la Biblia. Es la interpretación de un traductor del texto original. Es una traducción de la Biblia y, en este caso, no es una  traducción particularmente buena. De hecho, estas traducciones a menudo se denominan versiones:

  • RVA- Versión Reina Valera
  • LBLA- Versión de La Biblia de Las Américas
  • VNC- Versión Nácar-Coluga

Es por eso que utilizo recursos como biblehub.com, bibliatodo.com y biblegateway.com que nos brindan muchas traducciones de la Biblia para comparar la una con la otra y más con los textos antiguos para así descubrir la verdad sobre un pasaje de las Escrituras.  Pero aún así, a veces no es suficiente. Nuestro estudio de hoy es un excelente ejemplo de ello.

Leamos 1 Corintios 11:3:

Pero quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es el Cristo, que la cabeza de la mujer es el hombre y que la cabeza del Cristo es Dios” (1 Corintios 11:3 TNM:2019).

Aquí la palabra “cabeza” es una traducción al español de la palabra griega kephalé. Si estuviera hablando en griego sobre la cabeza sentada sobre mis hombros, usaría la palabra kephalé.

Ahora bien, la Traducción del Nuevo Mundo no tiene nada de especial en su interpretación de este versículo. De hecho, a excepción de una, las otras 18 versiones enumeradas en biblegateway.com muestran kephalé como cabeza (Ver Figura 1). La excepción es La Traducción en Lenguaje Actual (TLA) que vierte el texto en cuestión de la siguiente manera:

Ahora quiero que sepan esto: Cristo es el origen del varón, el varón es el origen de la mujer y Dios es el origen de Cristo”. (TLA).

Voy a declarar algo ahora que talvez parezca muy presumido, ya que soy erudito en el griego antiguo, pero las 18 versiones en Español de la Biblia que traducen kephalé como cabeza son versiones que se equivocaron y la única versión que la vierte como origen me parece bastante interesante. Esa es mi opinión como traductor. Les comento que durante mi juventud hace ya bastantes ayeres, trabajé como traductor profesional y por eso sé que el objetivo de una traducción no es simplemente el pasar de un lenguaje a otro de forma literal palabra por palabra.  No, el objetivo primordial de una traducción es transmitir con precisión el pensamiento original y el significado que el mensaje tiene en el lenguaje original.

Una traducción sencilla palabra por palabra no siempre logra eso. De hecho, a menudo puede meterte en problemas debido a algo llamado semántica o forma en que una palabra puede tener varios significados dependiendo de la costumbre local del individuo que lo lea.  Lo ilustraré de la siguiente manera:

Soy Canadiense y mi idioma nativo es el Inglés. La expresión inglesa “I love you”, literalmente, en Español, y en una traducción directa y sin considerar el contexto ni la circunstancia, se traduce como “Te Amo”. Bueno, imagine que usted es un varón y le dice a otro varón que no es ni su hijo, ni su padre, ni su abuelo “Te Amo”… En Español  y en América Latina, sería un “acto de valentía suprema” decirle “Te Amo” a un amigo varón por parte de un varón, porque en Español decir un “te amo” sin haber una relación consanguínea es una demostración de interés romántico, pero en Inglés, si Usted le dice “I love you” a una amistad del mismo género, la traducción sería “me caes bien, amigo” o entre mujeres, que son más expresivas sería algo como “te quiero mucho amiga”, sin ningún tipo de cuestión romántica de por medio, es una simple manifestación de afecto…. otro ejemplo, en Inglés podría decir: “I love chili”, cuya traducción literal es “amo el chile”… en México tendría un doble significado cuando en realidad quiero decir: “me gusta la comida con picante”… es una cuestión de semántica y cultura.

¿Qué tiene esto que ver con 1 Corintios 11:3?  Ah, bueno, ahí es donde las cosas se ponen realmente interesantes.  Verá, y creo que todos podemos estar de acuerdo en esto, que el versículo no se refiere a la cabeza literal, sino que usa la palabra “cabeza” en sentido figurado como símbolo de autoridad.

Según la Real Academia Española, hay 23 diferentes definiciones posibles para la palabra cabeza.  Las dos últimas alistadas son:

    1. Persona que gobierna o preside una comunidad, corporación o muchedumbre.
    2. Persona de mayor responsabilidad en una familia que vive reunida.

Y con eso encontramos el problema.  Vea que en el griego de la época de Pablo, hace 2000 años, no se usaba kephalé (“cabeza”) de esa manera.  ¿Cómo es eso posible?  Bueno, todos sabemos que los idiomas cambian con el tiempo.

Para ilustrar, en su obra magistral, Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes y Saavedra usó en alrededor de 23.000 diferentes palabras, muchas de las cuales ya no se usan, ya que en la actualidad la persona promedia solo tiene un vocabulario de 5.000 palabras.

[https://www.elmundo.es/cultura/2015/06/11/557881c0e2704eae1d8b458a.html]

Las palabras varían su significado con el tiempo. Don Quijote de la Mancha fué publicado en 1605 y muchas de la palabras han cambiado de significado.  He aquí algunos ejemplos:

  • Fermosa – Guapa.
  • Musa – Mujer.
  • Melindroso – Persona de excesiva delicadeza en sus palabras, acciones y ademanes.
  • Diputar – Designar, elegir a una persona para una comisión.
  • Galgo – Perro de la calle flaco y desnutrido.

[https://www.monografias.com/docs/PALABRAS-DESCONOCIDAS-DON-QUIJOTE-F3CXUQVFJDUNZ]

Eso es solo una muestra, y recuerde que se usaron hace solo 400 años y no 2000 años como el caso de las Escrituras Griegas Cristianas.

Mi punto es, y cuestiono: ¿si la palabra griega para “cabeza” (kephalé) no fue usada en la época de Pablo para transmitir la idea de tener autoridad sobre alguien, entonces una traducción palabra por palabra al Español no induciría a error al lector a un entendimiento incorrecto?

Desafortundamente, no existe un léxico Griego-Español. Solo existen obras Griego-Inglés. El léxico griego-inglés más completo que existe en la actualidad es uno publicado por primera vez en 1843 por Liddell, Scott, Jones y McKenzie. Es una obra de lo más impresionante. Con un tamaño de más de 2.000 páginas, cubre el período de la lengua griega desde mil años antes de Cristo hasta seiscientos años después. Sus hallazgos provienen de examinar miles de escritos griegos durante ese período de 1600 años.

Es interesante que este léxico enumera un par de docenas de significados para kephalé usados ​​en esos escritos. Si quiere comprobarlo por usted mismo, pondré un enlace a la versión en línea en la descripción de este video. Si va a ese sitio de internet, verá por sí mismo que no hay ningún significado en griego que corresponda al significado en Español de cabeza como “autoridad sobre”.

Entonces, una traducción palabra por palabra es simplemente incorrecta en este caso.

¿En verdad afirmó que todos estos traductores de la Biblia se equivocaron?  Sí.  Y para agregar a la evidencia, veamos el trabajo de otros traductores, específicamente los 70 responsables de la traducción de la Septuaginta de las Escrituras Hebreas al griego realizada en los siglos anteriores a la llegada de Cristo.

La palabra para “cabeza” en hebreo es ro’sh y lleva el uso figurado de alguien con autoridad o un jefe al igual que en Español. La palabra hebrea ro’sh (cabeza) que se usa en sentido figurado para significar líder o jefe se encuentra unas 180 veces en el Antiguo Testamento. Sería lo más natural para un traductor utilizar la palabra griega, kephalé, como traducción en esos lugares si tuviera el mismo significado que la palabra hebrea, esto es, simplemente sustituir “cabeza” en hebreo por “cabeza” en griego; ro’sh por kephalé. Sin embargo, encontramos que varios traductores utilizaron otras palabras para traducir ro’sh al griego. El más común de los cuales era archōn, que significa “gobernante, comandante, líder”. Se utilizaron otras palabras, como “jefe, príncipe, capitán, magistrado, oficial”; pero aquí está el punto: si kephalé significara alguna de esas cosas, lo más habitual sería que lo usara un traductor. En el caso de los 70 traductores, no lo usaron. Y eso es muy curioso.

Entonces parecería que los traductores de la Septuaginta sabían que la palabra kephalé, tal como se decía en su día, no transmitía la idea de líder o gobernante o alguien que tiene autoridad sobre ellos, por lo que eligieron otras palabras griegas para traducir la palabra hebrea ro’sh.  (cabeza).

Como les dije, mi lengua materna es el Inglés, pero en ese idioma, al igual que el Español, si leemos que “la cabeza del hombre es el Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, la cabeza del Cristo es Dios” y lo tomamos como literalmente suena, como una estructura de autoridad o cadena de mando, podría ver por qué verdaderamente, considero, a mi criterio, que a los traductores “metieron la pata” al 1 Corintios 11:3. Y aclaro antes que mis “haters” comiencen a tergiversar lo que digo: no alego que Dios no tenga autoridad sobre Cristo. Lo que afirmo es que eso no es de lo que está hablando 1 Corintios 11:3. Aquí hay un mensaje diferente y se pierde debido a una mala traducción.

¿Cuál es ese mensaje perdido?

En sentido figurado, la palabra kephalé puede significar “arriba” o “corona”. También puede significar “fuente”, “procedencia” o “origen”. Este último significado se traslada al Español en algunas palabras, por ejemplo, al nacimiento de un río se conoce como las “cabeza del río” y esto no quiere decir que el lugar físico donde nace el río sea “el jefe” o “la autoridad” sobre el río mismo.

Por eso, considero que la traducción que proviene del la version de la biblia conocida como Traducción en Lenguaje Actual es de la

Ahora quiero que sepan esto: Cristo es el origen del varón, el varón es el origen de la mujer y Dios es el origen de Cristo“.  (1 Corintios 11:3).

Sabemos que Dios como Padre es la fuente o origen del Dios Unigénito, Jesús.  (Juan 1:18) Jesús era el Dios a través de quien, por quien y para quien todas las cosas fueron hechas según Colosenses 1:16, y así, cuando Adán fue hecho, fue por y para Jesús. Entonces, tenemos a Jehová, fuente de Jesús, Jesús, fuente del hombre.

Jehová -> Jesús -> Hombre

Ahora la mujer, Eva, no fue creada del polvo del suelo como lo fue el hombre. En cambio, ella fue hecha del hombre, de su costado. No estamos hablando de dos creaciones distintas aquí, pero todos, hombres o mujeres, provenimos de la carne del primer hombre y esto sin menospreciar a la mujer, que fue creada del costado del hombre, como dice la Biblia y desde mi punto de vista significa que la mujer fue creada para estar junto al hombre en una misma altura y posición. Para trabajar al lado del hombre como igual o el hombre trabajando al lado de la mujer.

Por lo tanto, ahora tenemos:

 Jehová -> Jesús -> Hombre -> Mujer

Ahora, antes de seguir adelante, sé que habrá algunos que estarán sacudiendo la cabeza y diciendo entre labios: “No, no, no, no. Este hombre está loco”.  Me doy cuenta de que estamos desafiando una cosmovisión de larga duración, añeja y muy aceptada. Bien, adoptemos el punto de vista contrario y veamos si funciona. A veces, la mejor manera de demostrar si algo funciona es llevarlo a su conclusión lógica.

Jehová Dios tiene autoridad sobre Jesús. Está bien, eso encaja. Jesús tiene autoridad sobre los hombres. Eso también encaja. Pero espera, ¿no tiene Jesús autoridad también sobre las mujeres, o tiene que instruir a los hombres para respetarlos y hacer saber la autoridad de Jesús sobre las mujeres?  Si 1 Corintios 11:3 se trata de una cadena de mando, una jerarquía de autoridad, como algunos afirman, entonces tendría que ejercer su autoridad a través del hombre, sin embargo, no hay nada en las Escrituras que respalde tal punto de vista.

Por ejemplo, en el Edén, cuando Dios le habló a Eva, lo hizo directamente y ella respondió por sí misma. El hombre no estuvo involucrado. Esta fue una discusión entre padre e hija. De hecho, curiosamente, al cuestionar Dios al hombre, ¡el hombre culpa a la mujer! Dios nunca le dijo al hombre que disciplinara a su esposa por ser la cabeza o jefe o autoridad de ella. En el relato del Genésis se observa una mujer con libertad de acción y decisión, no leemos que el hombre haya dicho: “como jefe soy responsable de lo que hizo mi esposa”.

De hecho, no creo que podamos apoyar la teoría de la cadena de mando ni siquiera con respecto a Jesús y Jehová. Las cosas son más complicadas que eso. Jesús nos dice que después de su resurrección, “se le ha concedido toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Parece que Jehová se ha sentado y ha dejado que Jesús gobierne, y seguirá haciéndolo hasta que Jesús haya cumplido todas sus tareas, momento en el que el hijo se someterá nuevamente al Padre (1 Corintios 15:28).

Entonces, lo que tenemos en lo que respecta a la autoridad es Jesús, el líder, y la congregación (hombres y mujeres) juntos como uno debajo de él. Una hermana soltera no tiene ninguna base para considerar que todos los hombres de la congregación tienen autoridad sobre ella. La relación marido-mujer es un tema aparte que trataremos más adelante. Por ahora, estamos hablando de autoridad dentro de la congregación, ¿y qué nos dice el apóstol Pablo al respecto?

Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva. Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús”. (Gálatas 3:26-28 Nueva Traducción Viviente).

Ese mensaje que Pablo comunica a las Gálatas, tambien enseña a los Corintios (1 Corintios 12:12,13) a los Romanos (Romanos 12:4,5) y a los Efesios (Efesios 4:11-13).

¿Por qué toca este mismo son una y otra vez?  Porque esto es algo nuevo. La idea de que todos somos iguales, incluso si somos diferentes… la idea de que tenemos un solo caudillo, el Cristo… la idea de que todos formamos un solo y único cuerpo, el cuerpo de Cristo: este es un pensamiento radical que altera la mente y eso no sucede durante una sola noche. El punto de Pablo es: judío o griego, no importa; esclavo o libre, no importa; hombre o mujer, no importa; a Cristo no le importa. Todos somos iguales a sus ojos, entonces, ¿por qué deberíamos vernos de manera diferente? ¿Por qué jerarquizamos la Iglesia? ¿Por qué como inferiores a las mujeres?

Esto no quiere decir que no haya autoridad en la congregación, pero ¿qué queremos decir con autoridad?

Cuando hay un trabajo por hacer, alguien tiene que hacerse cargo, pero ese nivel de autoridad es algo que todos entendemos que es necesario para lograr la tarea. Sin embargo, ese no es el tipo de autoridad que buscan los hombres cuando quieren controlar la congregación de Dios.

El tipo de autoridad que buscan los hombres es evidente por lo que ven aquí.

¿Ve cómo toda la idea de que 1 Corintios 11:3 revela una cadena de autoridad o principio de jefatura se rompe en este punto? Si usted sigue pensando que no, Entonces aún no lo hemos llegado lo suficientemente lejos.

Tomemos a los militares como ejemplo. Un general puede ordenar a una división de su ejército para que ataque y tome a un blanco que el enemigo tiene como una posición fuertemente defendida.  A lo largo de toda la cadena de mando, se tiene que seguir esa orden, pero depende de los líderes en el campo de batalla decidir cómo ejecutar mejor esa orden. El teniente podría decirle a sus hombres que atacaran un nicho de ametralladoras sabiendo que la mayoría moriría en el intento, pero tendrían que obedecer. En esa situación, se tiene el poder de la vida o la muerte.

Cuando Jesús oró en el monte de los Olivos con una angustia increíble por lo que estaba enfrentando y le preguntó a su Padre si podía quitar la copa que iba a beber, Dios dijo “No” (Mateo 26:39). El Padre tiene el poder de vida y muerte. Jesús nos dijo que estuviéramos preparados para morir por su nombre (Mateo 10:32-38). Jesús tiene el poder de vida y muerte sobre nosotros.  Ahora, ¿ve a hombres ejerciendo ese tipo de autoridad sobre las mujeres de la congregación? ¿Se les ha dado a los hombres el poder de decisión de vida o muerte sobre las mujeres de la congregación? No veo ninguna base bíblica para tal creencia, sin embargo, una cadena de mando lo exige.

¿Cómo encaja con este contexto la idea de que Pablo está hablando de fuente al referirse a “cabeza” en 1 Corintios 11:3?

Vayamos atrás un versículo:

Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y mantienen las tradiciones que les trasmití. Pero quiero que entiendan que Cristo es [fuente] de cada hombre, y que el esposo es [fuente] de su esposa, así como Dios es [fuente] de Cristo“. (1 Corintios 11:2,3 Dios Habla Hoy).

Con la palabra conectiva “pero” (o podría ser “sin embargo”) tenemos la idea de que Pablo está tratando de hacer una conexión entre las “tradiciones” de las que está hablando en el versículo 2 y las relaciones interpersonales o fuentes que describe en el versículo 3.

Entonces, justo después de hablar de las fuentes, habla de la cobertura de la cabeza. Todo esto está vinculado entre sí.

“Todo hombre que ora o profetiza con algo sobre la cabeza avergüenza su cabeza, mientras que toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta avergüenza su cabeza, porque es como si llevara la cabeza afeitada. Porque, si la mujer no se cubre, debe cortarse el cabello muy corto. Pero, si es vergonzoso para la mujer cortarse el cabello muy corto o afeitarse la cabeza, entonces debe cubrirse. El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no viene de la mujer, sino la mujer del hombre. Es más, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por eso la mujer debe llevar una señal de sujeción sobre la cabeza, debido a los ángeles”. (1 Corintios 11:4-10).

¿Qué tienen que ver un hombre que proviene de Cristo y una mujer que proviene del hombre con una cobertura en la cabeza?

Bueno, para empezar, en la época de Pablo se suponía que una mujer tenía la cabeza cubierta cuando oraba o profetizaba dentro de la congregación. Esta era una costumbre en aquellos días y se tomaba como un signo de autoridad. Podemos asumir que esto se refiere a la autoridad del hombre. Pero no saltemos a ninguna conclusión. No digo que no lo sea. Digo que no comencemos con una suposición que no hemos probado.

Si cree que se refiere a la autoridad del hombre, ¿qué autoridad? Si bien podemos defender cierta autoridad dentro del arreglo familiar, es entre marido y mujer. Eso no me da, por ejemplo, la autoridad sobre todas las mujeres de la congregación por el hecho biológico de ser hombre. Algunos afirman que sí. Pero luego considere esto: si ese fuera el caso, entonces ¿por qué el hombre no tiene que cubrirse la cabeza como signo de autoridad? Si una mujer debe usar una cubierta porque el hombre es su autoridad, ¿no deberían los hombres de la congregación usar una cubierta para la cabeza porque Cristo es su autoridad?

Ve que cuando se traduce correctamente el versículo 3, se elimina toda la estructura de autoridad de la ecuación.

En el versículo 10, dice que una mujer hace esto debido a los ángeles. Parece una referencia muy extraña, ¿no?  Intentemos poner eso en contexto y tal vez nos ayude a comprender el resto.

Cuando Jesucristo resucitó, se le dio autoridad sobre todas las cosas en el cielo y la tierra (Mateo 28:18). El resultado de esto se describe en el libro de Hebreos.

El Hijo de Dios llegó a ser superior a los ángeles, pues Dios le dio un nombre mucho más importante que el de ellos. Porque nunca Dios le dijo a ningún ángel:

«Tú eres mi Hijo;
desde hoy soy tu padre.»
Tampoco dijo de ningún ángel:
«Yo seré para él como un padre,
y él será para mí como un Hijo.»
Y cuando Dios envió a su Hijo a este mundo, ordenó:
«Que todos mis ángeles lo adoren»”.
(Hebreos 1:4-6 Traducción en Lenguaje Actual).

Sabemos que los ángeles pueden ceder ante los celos al igual que los humanos. Satanás es solo el primero de muchos ángeles en pecar. Aunque Jesús fue el primogénito de toda la creación, y todas las cosas fueron hechas para él y desde él y por él, parece que no tenía autoridad sobre todas las cosas. Los ángeles respondieron directamente a Dios. Ese estado cambió una vez que Jesús pasó su prueba y fue perfeccionado por las cosas que sufrió y ahora los ángeles tenían que reconocer este nuevo arreglo y debieron someterse a la autoridad del Cristo.

Eso puede haber sido difícil para algunos, un desafío. Sin embargo, hay quienes lo aceptaron. Cuando el apóstol Juan se sintió abrumado por la magnificencia y el poder de la visión que había tenido, la Biblia dice:

En eso me postré ante sus pies para adorarlo. Pero me dice: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso!  Solo soy un coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de testificar acerca de Jesús. ¡Adora a Dios! Porque el testimonio acerca de Jesús es lo que inspira profecía” (Apocalipsis 19:10).

Juan era un pecador humilde cuando se inclinó ante este ángel de Dios santo y muy poderoso, sin embargo, el ángel le dice que él es solo un coesclavo de Juan y de sus hermanos. No sabemos su nombre, pero ese Ángel reconoció su lugar apropiado en el arreglo de Jehová Dios. Las mujeres que hacen lo mismo son un ejemplo poderoso.

 

El estado de una mujer es diferente al de un hombre. La mujer fue creada a partir del hombre. Los roles de la mujer son diferentes y su composición física, biológica y emocional es diferente. La forma en que su mente está conectada es diferente. Hay más diafonía entre los dos hemisferios en un cerebro femenino que en un cerebro masculino. Algunos especulan que esta es la causa de lo que llamamos intuición femenina. Todo esto no la hace más inteligente que el hombre, ni menos inteligente. Sólo diferente. Ella tiene que ser diferente, porque si fuera la misma, ¿cómo podría ser su complemento? ¿Cómo podría ella completarlo a él, o él, a ella, para el caso? Pablo nos pide que respetemos estos roles dados por Dios.

Pero ¿qué pasa con el versículo que dice que ella es la gloria del hombre? Suena un poco condescendiente, ¿no?  Pienso en la gloria y mi trasfondo cultural me hace pensar en la luz que emana de alguien.

Pero también dice en el versículo 7 que el hombre es la gloria de Dios.  Bien.  Yo soy la gloria de Dios. ¡Vaya!  ¿Cómo puede ser?  Deme un segundo. Nuevamente, tenemos que mirar el fondo del idioma original.

La palabra hebrea para gloria es una traducción de la palabra griega doxa. Literalmente significa “lo que evoca una buena opinión”. En otras palabras, algo que trae alabanza, honor o esplendor a su dueño. Entraremos en esto en nuestro próximo estudio con más detalle, pero con respecto a la congregación de la cual Jesús es cabeza leemos:

Los esposos deben amar a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. Lo hizo para hacerla sólo suya, limpiandola por medio de su mensaje y del bautismo. Cristo quiso regalarse a sí mismo una iglesia gloriosa, apartada del mal y perfecta, como un vestido sin una sola arruga ni una sola mancha, ni nada parecido” (Efesios 5:25-27 Traducción en Lenguaje Actual).

Si un esposo ama a su esposa como Jesús ama a la congregación, ella será su gloria, porque se volverá espléndida a los ojos de los demás y eso se refleja bien en él: evoca una buena opinión.

Pablo no está diciendo que una mujer no está también hecha a imagen de Dios. Génesis 1:27 deja en claro que lo es. Su enfoque aquí es simplemente hacer que los cristianos respeten su lugar relativo en el arreglo de Dios.

En cuanto al tema de cubrirse la cabeza, Pablo deja muy claro que se trata de una tradición. Las tradiciones nunca deben convertirse en leyes. Las tradiciones cambian de una sociedad a otra y de una época a otra. Hay lugares en la tierra hoy donde la mujer debe andar con la cabeza cubierta para no ser considerada suelta y licenciosa.

Que la dirección de cubrirse la cabeza no debe convertirse en una regla estricta y firme para todo el tiempo es evidente por lo que dice en el versículo 13:

Juzguen ustedes mismos: ¿es correcto que la mujer le ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No les enseña la misma naturaleza que el cabello largo es una deshonra para el hombre, pero que el cabello largo en la mujer es una gloria para ella? Porque a ella se le ha dado el cabello para cubrirse. Ahora bien, si alguien quiere defender otra costumbre, que sepa que ni nosotros ni las congregaciones de Dios tenemos otra costumbre” (1 Corintios 11:13-16).

Ahí está el punto principal: “Juzguen ustedes mismos”.  Él no hace una regla. De hecho, ahora declara que a las mujeres se les daba el pelo largo para cubrirse la cabeza.  Dice que es su gloria (griego: doxa), la que “evoca buena opinión”.

Entonces, realmente, cada congregación debe decidir en función de las costumbres y necesidades locales. Lo importante es que se vea que las mujeres honran el arreglo de Dios, y lo mismo ocurre con los hombres.

Si entendemos que las palabras de Pablo a los corintios se aplican con respecto al decoro adecuado y no a la autoridad de los hombres en la congregación, estaremos protegidos de hacer un mal uso de las Escrituras para nuestro propio beneficio.

Quiero compartir un último pensamiento sobre este tema del kephalé como fuente o origen. Si bien Pablo está instando a hombres y mujeres a respetar sus roles y lugar, no ignora la tendencia de los hombres a buscar prominencia.  Así que agrega un poco de equilibrio al decir:

Sin embargo, para nosotros los cristianos, ni la mujer existe sin el hombre, ni el hombre existe sin la mujer. 12 Es verdad que a la primera mujer Dios la sacó del primer hombre, pero también es verdad que ahora todos los hombres nacen de una mujer. Pero tanto el hombre como la mujer, y todo lo que existe, han sido creados por Dios”  (1 Corintios 11:11,12 Traducción en Lenguaje Actual).

 Sí hermanos, no se dejen llevar por la idea de que la mujer vino del hombre, porque todos los hombres que viven hoy en día provienen de una mujer. Hay equilibrio.  Hay interdependencia. Pero, en última instancia, todos vienen de Dios.

A los hombres que todavía no están de acuerdo con mi comprensión, solo puedo decirles esto: a menudo, la mejor manera de mostrar la falla en un argumento es aceptar el argumento como una premisa y luego llevarlo a su conclusión lógica.

Un hermano, que es un buen amigo, no está de acuerdo con que las mujeres oren o profeticen, es decir, enseñen, en la congregación. Me explicó que no permite que su esposa ore en su presencia. Cuando están juntos, ella le dice lo que quiere que él pida, y luego ora a Dios por ella. A mí me parece que él mismo se ha convertido en su mediador, ya que es él quien habla con Dios en su nombre. Me imagino que si hubiera estado en el Jardín del Edén y Jehová se hubiera dirigido a su esposa, habría intervenido y dicho: “Lo siento Dios, pero soy su cabeza. Habla conmigo y luego le transmitiré lo que le digas”.

Verá lo que quiero decir con llevar un argumento a su conclusión lógica. Pero hay más. Si tomamos el principio de jefatura como “autoridad sobre”, entonces un hombre ora en la congregación en nombre de las mujeres. Pero, ¿quién ora en nombre de los hombres? Si “cabeza” (kephalé) significa “autoridad sobre”, y entendemos que eso significa que una mujer no puede orar en la congregación porque hacerlo sería ejercer autoridad sobre el hombre, entonces les digo que la única manera de que un hombre puede orar en la congregación es siendo el único varón en un grupo de mujeres. Verá, si una mujer no puede orar en mi presencia en mi nombre porque soy un hombre y ella no es mi cabeza, entonces tampoco un hombre puede orar en mi presencia porque él tampoco es mi cabeza. ¿Quién es él para orar por mí? No es mi cabeza.

Solo Jesús, mi cabeza, podría orar en mi presencia. ¿Ve lo tonto que se vuelve? No solo se vuelve tonto, sino que Pablo establece claramente que una mujer puede orar y profetizar en presencia de hombres, la única estipulación es que debe cubrirse la cabeza en base a las tradiciones que se tenían en ese momento. El velo es simplemente un símbolo que reconoce su condición de mujer. Pero luego dice que incluso el pelo largo puede hacer el trabajo de cubrir la cabeza.

Me temo que los hombres han usado 1 Corintios 11:3 como el borde delgado de la cuña. Al establecer el dominio masculino sobre las mujeres y luego pasar al dominio masculino sobre otros hombres, los hombres se han abierto camino hacia posiciones de poder a las que no tienen derecho. Es cierto que Pablo les escribe a Timoteo y Tito dándoles las calificaciones requeridas para que uno sirva como un pastor de la iglesia.  Pero, como el ángel que le habló al apóstol Juan, ese servicio toma la forma de esclavitud. Los pastores deben ser esclavos de sus hermanos y hermanas y no exaltarse por ellos. Su papel es el de un maestro y uno que exhorta, pero nunca, nunca, uno que gobierna porque nuestro único gobernante es Jesucristo.

El título de esta serie es el papel de la mujer en la congregación cristiana, pero eso viene debajo de una categoría que llamo “Restablecimiento de la congregación cristiana”. Mi observación ha sido que durante muchos siglos la congregación cristiana se ha estado desviando cada vez más de la norma justa establecida por los apóstoles en el primer siglo. Nuestro objetivo es restablecer lo perdido. Hay muchos pequeños grupos no denominacionales en todo el mundo que se esfuerzan por hacer precisamente eso. Aplaudo sus esfuerzos. Si vamos a evitar los errores del pasado, si vamos a evitar revivir la historia, tenemos que enfrentarnos a esos hombres que caen en esta categoría de esclavos:

Pero supongamos que el sirviente piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”, y entonces comienza a golpear a los otros sirvientes y sirvientas, y a comer y a beber hasta emborracharse”  (Lucas 12:45 Traducción en Lenguaje Actual).

 Ya seas hombre o mujer, ningún hombre tiene derecho a decirte cómo vivir tu vida. Sin embargo, ese es precisamente el poder de vida y muerte que el esclavo malvado asume para sí mismo. En la década de 1970, los testigos de Jehová en la nación africana de Malawi sufrieron violación, muerte y pérdida de propiedad porque los hombres del Cuerpo Gobernante establecieron una regla diciéndoles que no podían adquirir una tarjeta e afiliación al partido gobernante. Miles de personas huyeron del país y vivieron en campos de refugiados. No se puede imaginar el sufrimiento. Aproximadamente al mismo tiempo, el mismo Cuerpo Gobernante permitió a los hermanos testigos de Jehová en México comprar su tarjeta del servicio militar obligatorio, lo cual es un delito de cohecho en dicho país. La hipocresía de esta posición sigue condenando a la organización hasta el día de hoy.

Ningún anciano testigo de Jehová puede ejercer autoridad sobre usted a menos que usted se lo otorgue. Tenemos que dejar de otorgar autoridad a los hombres cuando no tienen derecho a ella. Afirmar que 1 Corintios 11:3 les da tal derecho es un mal uso de un versículo mal traducido.

En la parte final de esta serie, discutiremos otro significado de la palabra “cabeza” en griego que se aplica entre Jesús y la congregación y un esposo y una esposa.

Hasta entonces, me gustaría agradecerles su paciencia.  Sé que este ha sido un video más largo de lo normal.  También quiero agradecerles su apoyo.  Me mantiene motivado.

PARA DESCRIPCIÓN CAMPO DE VIDEO

[Enlace al Léxico griego-inglés Liddell-Scott-Jones en línea: http://stephanus.tlg.uci.edu/lsj/#eid=58679]