Los testigos de Jehová creen que la Biblia es su constitución:  que todas sus creencias, enseñanzas y prácticas se basan al 100% en la Biblia.  Lo sé, porque crecí en esa fe y la promovía durante 40 años de mi vida adulta.  De lo que no me di cuenta, y de lo que la mayoría de los Testigos no se dan cuenta, es que la base de las enseñanzas de los Testigos no es la Biblia, sino es la interpretación que el Cuerpo Gobernante da a las Escrituras.  Es por eso que dirán muy alegremente que están haciendo la voluntad de Dios mientras llevan a cabo prácticas que a la persona promedio le parecen crueles y completamente fuera de tono con el carácter del cristianismo.

Por ejemplo, ¿puede imaginarse a unos padres negarse el poder tratar, amar y aconsejar a su hija adolescente, quien haya sido víctima de abuso sexual infantil solo porque lo exigen los ancianos de su congregación.  Y, ¿por qué lo exigen los ancianos?  Porque la nena ya no quiere ser testigo.  Se ha desasociado.  Y, ¿por qué se ha desasociado?  Porque los ancianos no hicieron nada para protegerla de su abusador, y lo que es más, la exigen tratarlo con respeto y honor.  Este no es un escenario hipotético. Esto ha sucedido en la vida real…muchas más veces de las que usted pudiera imaginar.

Jesús nos advirtió sobre tal comportamiento por parte de personas que decían adorar a Dios.

En Juan 16:1-4 Traducción en Lenguaje Actual: “Les he dicho todo esto para que no dejen de confiar en mí. Ustedes van a ser expulsados de las sinago  gas; y llegará el día en que cualquiera que los mate creerá que le está haciendo un favor a Dios. Esa gente hará esto porque no me han conocido a mí, ni han conocido a Dios mi Padre. Pero les digo esto para que, cuando suceda, recuerden que ya se lo había dicho”.

Es verdad que la Biblia apoya la expulsión de los pecadores que no se arrepienten de la congregación. Sin embargo, ¿apoya el rehuir completo de tales?  ¿Nos obliga a no hablar, saludar e incluso, echar a los hijos de casa y hasta romper los lazos familiares? ¿Y qué pasa con alguien que no es un pecador, sino que simplemente elige dejar la congregación porque se encuentra más cómodo en otra creencia? ¿Y qué pasa con alguien que no está de acuerdo con la interpretación de algunos hombres que se han colocado en el papel de líderes? ¿Apoya la biblia el que los “cortemos” literalmente de todo trato?

Así hacen los testigos de Jehová.  Pero, ¿es bíblico el proceso judicial que practican los testigos de Jehová? ¿Tiene la aprobación de Dios?

Si no está familiarizado con ese proceso judicial, permítame darle un boceto en miniatura.

Los testigos consideran que algunos pecados, como la calumnia y el fraude, son pecados menores y deben tratarse de acuerdo con Mateo 18:15-17 a la sola discreción de la parte agraviada.  Sin embargo, otros pecados se consideran pecados serios o graves y siempre deben ser presentados ante el cuerpo de ancianos y tratados por un comité judicial. Ejemplos de pecados graves son cosas como la fornicación, la borrachera, o el fumar cigarrillos.

Si un Testigo tiene conocimiento de que otro Testigo haya cometido uno de estos pecados “graves”, debe informar sobre el pecador; de lo contrario, también se vuelve culpable. Incluso si él es el único testigo ocular de un pecado, debe informar a los ancianos, o él mismo podría enfrentar una acción disciplinaria por ocultar el pecado.  Ahora bien, si es testigo ocular de un delito, como una violación o abuso sexual infantil, no está obligado a denunciarlo a las autoridades gubernamentales.

Una vez que el cuerpo de ancianos haya sido informado de un pecado, asignan a tres de ellos para formar un comité judicial. Ese comité invita muy formalmente, de palabra y sin dejar evidencia alguna por escrito, al acusado a una reunión que se llevará a cabo en el salón del reino. Solamente el acusado está invitado a la reunión. Puede traer testigos, aunque la experiencia ha demostrado que es posible que no se permita el acceso a los testigos. En cualquier caso, la reunión se mantendrá en secreto para la congregación, supuestamente por razones de confidencialidad hacia el acusado. Sin embargo, este no es realmente el caso, ya que el acusado no puede renunciar a su derecho a dicha confidencialidad. No puede traer amigos ni familiares como apoyo moral. De hecho, no se permite que ningún observador sea testigo del proceso, ni se mantendrá ninguna grabación o registro público de la reunión.

Si se juzga que el acusado cometió un pecado grave, los ancianos determinarán si ha demostrado alguna señal de arrepentimiento. Si sienten que no se ha demostrado suficiente arrepentimiento, expulsaran al pecador y luego permitirán siete días para que se presente una apelación.

En el caso de una apelación, el expulsado tendrá que probar que no cometió ningún pecado o que se demostró un verdadero arrepentimiento ante el comité judicial en el momento de la audiencia original. Si el comité de apelación respalda el veredicto del comité judicial, se informará a la congregación de la expulsión y se procederá a cortar todo trato con tal individuo. Esto significa que no pueden ni siquiera saludar a la persona.

El proceso para ser reintegrado y que se levante el rechazo requiere que el expulsado soporte un año o más de humillación asistiendo regularmente a las reuniones para que enfrente públicamente el rechazo abierto de todos. Si el pecador presentó una apelación, eso generalmente prolongará el tiempo de expulsión como cierto tipo de represalia, ya que apelar indica una falta de arrepentimiento genuino a los ojos de los ancianos.  Sólo el comité judicial original tiene la autoridad para reinstalar al expulsado.

Según la Organización de los Testigos de Jehová, este proceso, como he detallado aquí, es justo y bíblico.

Sí, claro. Todo eso está mal. Todo relacionado con ese proceso es antibíblico. Es un proceso perverso y les mostraré porque puedo decirlo con tanta confianza.

Comencemos con la violación más atroz de la ley bíblica, la naturaleza secreta de las audiencias judiciales de los TJ. Según el manual secreto para ancianos, irónicamente titulado “Pastoreen el Rebaño de Dios”, las audiencias judiciales deben mantenerse en secreto.

“La audiencia judicial se abre con una oración en presencia del acusado. Por lo general, no se permiten observadores. (Vean 15:12, 13, 15). A continuación, el presidente expone el motivo de la audiencia y menciona que está prohibido hacer grabaciones de audio o video.”  (ks 2020 16:1)

Los párrafos 12, 13 y 15 del capítulo 15 de este libro permiten excepciones a esta regla que prohíbe a los observadores cuando se trata de los padres de hijos menores acusados de pecado, o del cónyuge del acusado.  Pero, ¿por qué prohibir el público?  Esta mal eso.  Para ilustrar por qué está mal, comencemos con una línea de razonamiento que utilizan los Testigos para condenar la celebración de cumpleaños.  Afirman que, dado que las únicas dos celebraciones de cumpleaños registradas en las Escrituras fueron realizadas por opositores de Jehová y que en cada una de ellas se mató a alguien, es evidente que Dios condena las celebraciones de cumpleaños. Te concedo que tal razonamiento es débil, pero si lo consideran válido los testigos, deben vivir de acuerdo al estándar que han establecido, ¿no?

Así que, ¿Cómo pueden ignorar el hecho de que la única reunión secreta a mitad de la noche fuera del escrutinio público en la que un hombre fue juzgado por un comité de hombres mientras se le negaba cualquier apoyo moral fue el juicio ilegal de nuestro Señor Jesucristo por el Sanedrín Judío?

¿No habla eso de una doble moral? ¿No es aplicar todo el peso de un sistema impositivo-represor y escudándose en un Dios de amor?

Hay más. Para obtener una prueba bíblica real de que un sistema judicial basado en reuniones secretas donde se niega el acceso al público es incorrecto, uno solo tiene que ir a la nación de Israel.  ¿Dónde se conocen los casos judiciales, incluso los relacionados con la pena capital? Cualquier testigo de Jehová puede decirle que fueron escuchados por los ancianos sentados a las puertas de la ciudad a la vista de cualquiera que pasara.

¿Le gustaría vivir en un país donde pudiera ser juzgado y condenado en secreto? ¿Dónde a nadie se le permitió apoyarlo y presenciar el proceso y los jueces estaban por encima de la ley? El sistema judicial de los testigos de Jehová tiene más que ver con las prácticas y métodos de la Iglesia Católica durante la inquisición Española de la Edad Media que con cualquier cosa que se encuentre en las Escrituras.

Para demostrarle que perverso es realmente el sistema judicial de los testigos de Jehová, lo remito al proceso de apelación. Si alguien es juzgado como un pecador impenitente, se le permite apelar la decisión. Sin embargo, esta política está diseñada para dar la apariencia de rectitud mientras se asegura que la decisión de expulsión se mantenga. Para explicarlo, veamos lo que el manual para ancianos explica sobre el tema.

“Si el comité judicial recibe una carta de apelación del pecador en el plazo de siete días desde la fecha en que se le notificó la decisión de expulsarlo, el presidente llamará sin demora al superintendente de circuito, quien se encargará de crear un comité de apelación.” (ks 2020 17:1 – negrita agregada)

Entra en consideración como un pecador convicto, no como un pecador acusado.

Siguiendo con el libro:

“El comité de apelación no debe dar la impresión de estar criticando al comité judicial. Tiene que recordar que el recurso de apelación no se concede porque se desconfíe del comité judicial; más bien, es una muestra de consideración hacia el pecador y un medio de garantizar una audiencia justa en la que se evalúen todos los hechos pertinentes. También debe tener en cuenta que el comité judicial seguramente conoce mejor al acusado y ha tenido más trato con él.” (ks 2020 17:3 – negrita agregada)

“Como el comité judicial ya ha juzgado que el pecador no está arrepentido, el comité de apelación no orará en su presencia.” (ks 2020 17:5 – negrita agregada)

Afirman que este es “un medio para garantizar una audiencia justa para evaluar los hechos pertinentes”. ¿Cómo puede ser justo si se le dice al comité de apelación que considere a la persona que hace la apelación como un “pecador” desde el comienzo, a la vez que se advierte al comité de apelación que no dé la impresión de juzgar al comité judicial, y que pueden estar seguros de que el comité judicial conoce mejor al acusado?

¿Notaron que ahora dicen “acusado”? Entonces, ¿Cual es? ¿”Pecador” o “acusado”? Parece que no son capaces de tomar una decisión sobre el asunto.

Pero todo eso es trivial al lado de la “gran mentira”. Me refiero a la llamada garantía de una audiencia justa para evaluar los hechos pertinentes del caso. Aquí es donde sale a la luz la verdadera iniquidad del proceso judicial de los testigos de Jehová.

“Una vez obtenidos los hechos, el comité de apelación deliberará en privado para responder estas dos preguntas:

1) ¿Se probó que el acusado cometió un pecado que merece la expulsión? (Vean 12:2, 40-42).

2) ¿Demostró el acusado un arrepentimiento acorde con la gravedad de su pecado en la audiencia con el comité judicial?” (ks 2020 17:7)

La hipocresía de este proceso radica en el segundo requisito. El comité de apelación no estuvo presente en el momento de la audiencia original, entonces, ¿cómo pueden juzgar si la persona estaba arrepentida en ese momento?

Recuerde que no permitieron ni observadores ni grabaciones en la audiencia original, de forma que el expulsado carece de cualesquier pruebas para respaldar su testimonio. Son tres contra uno. Tres ancianos nombrados contra alguien que ya está denominado un pecador impenitente.

La biblia dice: “No admitas una acusación contra un anciano, salvo y únicamente por la evidencia de dos o tres testigos. (1 Timoteo 5:19).  Si el comité de apelación ha de seguir la regla bíblica, nunca podrá aceptar la palabra del expulsado, sin importar cuán creíble sea, porque es solo un testigo contra no uno, sino tres ancianos. ¿Y por qué no hay testigos que corroboren su testimonio? Porque las reglas de la Organización prohíben los observadores y las grabaciones. El proceso está diseñado para garantizar que la decisión de expulsión no se pueda revocar.

El proceso de apelación es una vil y descarada farsa, una farsa inicua.

Con toda honestidad, hay algunos ancianos excelentes que tratan de hacer las cosas correctamente, pero están atados por las limitaciones de un proceso diseñado para frustrar la dirección del espíritu. Sé de un caso raro en el que un amigo mío estaba en un comité de apelación que anuló el veredicto del comité judicial.  Más tarde, el Superintendente de Circuito los reprendió por no apoyar la autoridad de los ancianos.

Aptamente dice la escritura:

“Porque tales hombres son apóstoles falsos, obreros engañosos, que se transforman en apóstoles de Cristo.  Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz. No es, por lo tanto, gran cosa el que sus ministros también sigan transformándose en ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras.” (2 Corintios 11:13-15)

Podría seguir mostrando todo lo que está mal en el sistema judicial de la JW, pero eso se puede lograr mejor mostrando lo que debería ser. Una vez que aprendamos lo que la Biblia realmente enseña a los cristianos sobre cómo lidiar con el pecado en la congregación, estaremos mejor equipados para distinguir y lidiar con cualquier desviación de la norma de justicia establecida por nuestro Señor Jesús.

Comencemos con Mateo 18:15-17. Voy a leerlo de la Traducción del Nuevo Mundo porque parece justo que si vamos a juzgar las políticas de los testigos de Jehová debamos hacerlo usando su propio estándar. Además, nos da una buena interpretación de estas palabras de nuestro Señor Jesús.

“Además, si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano.  Pero si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto.  Si no les escucha a ellos, habla a la congregación. Si no escucha ni siquiera a la congregación, sea para ti exactamente como hombre de las naciones y como recaudador de impuestos.”  (Mateo 18:15-17).

Los testigos afirman que estos versículos solo se refieren a pecados personales, como el fraude o la calumnia, y los llaman pecados menores. Los pecados mayores, lo que ellos categorizan como pecados contra Dios como la fornicación y el alcoholismo, deben ser tratados exclusivamente por sus comités de ancianos de tres hombres. Por lo tanto, creen que Mateo 18:15-17 no se aplica al arreglo del comité judicial. ¿De verdad? Entonces, ¿en qué parte de la Biblia nos dice Jesús cómo tratar con los supuestos pecados mayores? Respuesta: En ninguna parte.

El hecho es que la Biblia no distingue entre pecados mayores y menores. Tal vez recuerde que Ananías y Safira fueron castigados por Dios por lo que hoy se llamaría “una pequeña mentira piadosa”  (Hechos 5:1-11).

En segundo lugar, esta es la única dirección que Jesús le da a la congregación con respecto a cómo tratar con el pecado en medio de nosotros. ¿Por qué nos daría instrucciones sobre cómo tratar con los pecados de carácter personal o menor, pero nos dejaría al margen cuando se trata de lo que la organización llama “pecados graves contra Jehová”?

De La Atalaya de 1993: “Por supuesto, la lealtad impide que se encubran los pecados graves contra Jehová y la congregación cristiana.”.  (w93 15/10 pág. 22, párrafo 18)]

Ahora, si usted es un testigo de Jehová desde hace mucho tiempo, probablemente se resistirá a la idea de que todo lo que tenemos que hacer cuando tratamos con pecados como la fornicación y el adulterio es seguir Mateo 18:15-17. Es probable que se sienta así porque ha sido entrenado para ver las cosas desde el punto de vista de un Código Penal o Lista de Pecados emitida bajo la “suprema autoridad” del Cuerpo Gobernante. Si comete un delito, debe pagar. Por tanto, cualquier pecado debe ir acompañado de un castigo acorde a la gravedad del pecado. Después de todo, eso es lo que hace el mundo cuando se trata de delitos, ¿no es así?

En este punto, es importante que veamos la distinción entre un pecado y un crimen, una distinción que en gran parte se pierde bajo las absurdas explicaciones de los líderes de los testigos de Jehová.

En Mateo 22:21, nuestro Señor claramente dice que hay que dar al “César lo que es del César”.  Así que, si la Autoridad civil ordena en la ley que como ciudadanos debemos de hacer del conocimiento de la Autoridad misma ciertas conductas como delictivas bajo castigo, no tenemos excusa al cubrir el crimen.  Ademas, Romanos 13:1-5 nos dice que los gobiernos del mundo son designados por Dios para tratar con los criminales y que debemos ser buenos ciudadanos cooperando con tales autoridades.  Por lo tanto, si obtenemos conocimiento de la actividad delictiva tanto fuera como dentro de la congregación, tenemos la obligación moral de darlo a conocer a las autoridades pertinentes para que puedan realizar su tarea divinamente asignada y podemos estar libres de cualquier posible cargo como cómplices o encubridores del supuesto hecho delictivo. Esencialmente, mantenemos a la congregación limpia e irreprochable al denunciar delitos como el asesinato, la violación, y el abuso sexual de niños.

En consecuencia, si se enterara de que un compañero cristiano ha cometido asesinato, violación o abuso sexual infantil, Romanos 13 le obliga a denunciarlo a las autoridades.  Piense en cuántas pérdidas financieras, mala prensa y escándalos podría haber evitado la organización si solo hubieran obedecido ese mandato de Dios, sin mencionar la tragedia, las vidas rotas e incluso los suicidios que las víctimas y sus familias han sufrido por la práctica de los testigos de Jehová de ocultar tales pecados a las “Autoridades Superiores”. Incluso ahora hay una lista de más de 20.000 pedófilos conocidos y sospechosos que el Cuerpo Gobernante, a gran costo financiero para la Organización, se niega a entregar a las autoridades.

Pero si se trata no de crimen, sino de pecado, ¿cómo procederemos?

Supongamos que tiene evidencia de que un compañero cristiano haya tenido relaciones sexuales consensuales con otro adulto fuera del matrimonio. Su primer paso es acudir a él o ella con miras a recuperarlos para Cristo. Si te escuchan y cambian, has ganado a tu hermano o hermana.

“Espera un minuto”, me dice.  “¡Eso no es posible!  ¡Jamás podría aceptar algo así! ¡Es inaudito!  No puede ser tan simple. Tiene que haber consecuencias por un pecado tan grave”.

¿Por qué? ¿Porque la persona podría volver a hacerlo si no hay castigo?  Ese es el pensamiento mundano. Sí, es muy posible que lo vuelvan a hacer, pero eso está entre el que cometió el pecado y Dios, no usted. Tenemos que permitir que el espíritu trabaje y no correr más adelante del espíritu.

Ahora, si la persona no responde a su consejo, puede pasar al paso dos y llevar a uno o dos más. Aún se mantiene la confidencialidad. No existe un requisito bíblico de informar a los ancianos de la congregación.

Si no está de acuerdo, es posible que todavía le afecte el adoctrinamiento de los testigos de Jehová. Veamos qué tan sutil puede ser. Mirando nuevamente la Atalaya citada anteriormente, observe cómo ellos subvierten sutilmente a la palabra de Dios.

“Pablo pasa a decir que el amor ‘soporta todas las cosas’. Como se muestra en la Kingdom Interlinear, la idea es que el amor cubre todas las cosas. No ‘divulga una falta’ de un hermano, como suelen hacer los malvados. (Salmo 50:20; Proverbios 10:12; 17:9.) Esta es la misma idea que se da en 1 Pedro 4:8: “El amor cubre una multitud de pecados”. Por supuesto, la lealtad impide que se encubran los pecados graves contra Jehová y la congregación cristiana.”  (w93 15/10 pág. 22, párrafo 18 Amor (ágape): lo que no es y lo que es).

Enseñan correctamente que el amor “todo lo soporta” e incluso pasan a mostrar desde el interlineal que el amor “cubre todas las cosas” y que ‘no ‘divulga una falta’ de un hermano, como suelen hacer los malvados.  “Como suelen hacer los malvados”.  Hmm, “¿Como suelen hacer los malvados?”  ¡Qué hipocresía manifiestan!  Pues, se contradicen en la próxima frase al decir que deben los testigos divulgar un falta de un hermano a los ancianos de la congregación.

Es fascinante cómo hacen que sea una cuestión de lealtad a Dios informar sobre el hermano o la hermana de uno cuando se trata de apoyar la autoridad de los ancianos, pero cuando un niño está siendo abusado sexualmente y existe el peligro de que otros sean abusados, no hacen nada para denunciar el crimen a las autoridades.

No estoy sugiriendo que debamos cubrir el pecado. Seamos claros en cuanto a eso. Lo que digo es que Jesús nos dio una sola forma de tratar con eso y esa forma no implica decírselo al cuerpo de ancianos para que puedan formar un comité secreto y tener audiencias secretas.

Lo que Jesús dice es que si su hermano o hermana no escucha a dos o tres de ustedes, pero persiste en su pecado, entonces informe a la congregación. No los ancianos. La congregación. Eso significa que toda la congregación, los consagrados, los bautizados en el nombre de Jesucristo, hombre y mujer, se sientan con el pecador y colectivamente tratan de hacer que él o ella cambie su camino. ¿A qué suena eso? Creo que la mayoría de nosotros reconoceríamos que es lo que hoy llamaríamos “una intervención”.

Piense en cuánto mejor es el método de Jesús para manejar el pecado que el instituido por el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. Primero, dado que todos están involucrados, es poco probable que motivos injustos y prejuicios personales influyan en el resultado. Es fácil que tres hombres abusen de su poder, pero cuando toda la congregación escucha la evidencia, es mucho menos probable que ocurran tales abusos de poder.

El segundo beneficio de seguir el método de Jesús es que permite que el espíritu fluya a través de toda la congregación, no a través de un grupo selecto de ancianos, por lo que el resultado será guiado por el espíritu, no por prejuicios personales.

Finalmente, si el resultado es la expulsión, entonces todos lo harán debido a una comprensión completa de la naturaleza del pecado, no porque una tríada de hombres les dijo que lo hicieran.

Pero eso todavía nos deja con la posibilidad de ser expulsados. ¿No es eso lo mismo? ¿No es eso cruel? No saquemos conclusiones precipitadas. Examinemos qué más tiene que decir la Biblia sobre este tema. Lo dejamos para el próximo video de esta serie.

Gracias.